El futuro de Lionel Messi está en el aire. El campeón del mundo no ha llegado a un acuerdo con el París Saint Germain (PSG) para seguir unidos más allá de la temporada actual y ya se han disparado todo tipo de rumores. Uno de ellos, su posible regreso al Barcelona.
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La salida del astro argentino del equipo culé fue traumática en 2021. Cuando todo parecía listo para renovar su contrato, a última hora no se pudo rubricar con La Liga y la relación que mantenía con Joan Laporta se deterioró.
Desde entonces han pasado más de 600 días y ahora su vuelta suena con fuerza. Primero, porque el club está en disposición de ofrecerle un nuevo contrato, y, segundo, porque Xavi Hernández, el actual entrenador azulgrana, está como loco por tenerle.
Muchos malabares para poder inscribir a Messi
La situación económica del Barcelona obliga a que Messi tenga que ingresar un máximo de 10 millones de euros por temporada para así poder cumplir con el Fair Play Financiero, aunado a la rebaja de otras fichas de jugadores que están en la nómina, además de la salida de otros.
En segundo lugar está la parcela deportiva. Según algunas informaciones, el plan de Xavi es que Messi sea interior derecho en su sistema. Es decir, ser más un jugador creativo, que sea un delantero decisivo como antaño. En ese esquema, el lugar de Messi sería similar a otros perfiles como Sergi Roberto o el propio Kessie, quienes con la llegada de Messi tendrían aún menos minutos de juego.
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Eso, dando por descontado que Pedri y Gavi son dos piezas inamovibles en el once de Xavi. Esto obligaría a que el sistema varíe de un 4-3-3 a un 4-4-2 para que el rosarino acompañe a ambos y a Frenkie De Jong o a Sergio Busquets en la base.
Robert Lewandowski: el principal beneficiado
Arriba se espera que Robert Lewandowski vuelva a ser el titular indiscutible en el área. Imaginar a Messi cerca del polaco con Ousmane Dembélé o Raphinha en las bandas le otorgaría mucho más dinamismo a un ataque barcelonista que ganaría más creatividad. Sin duda alguna, el más beneficiado de la llegada de Messi sería Lewandowski.
Hay que poner en contexto que Messi tiene actualmente 35 años (cumple 36 en junio), pero su talento para filtrar pases sigue intacta. Quizás no tenga la chispa de antes, pero su talento no se ha perdido y eso, en un equipo que a veces se precipita en sus fases de transición, sería oro puro.
Solo el tiempo dirá si este escrito tendrá algún sentido, lo cierto es que la posibilidad existe y ya hay que barajar escenarios para adelantarse a lo que puede ser un "Last Dance" esperado por muchos. Para ello el Barça deberá trabajar arduamente para que su deseo se concrete.
Lo veremos en unos meses.
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