En un Clásico español marcado por la intensidad y los goles, con un 4-3 a favor del Barcelona sobre el Real Madrid, un incidente en la grada añadió un toque de controversia y mofa. Más allá de las anotaciones de Eric García, Raphinha (por duplicado) y Lamine Yamal por el lado culé, y el triplete de Mbappé para los merengues, un momento protagonizado por Vinicius Jr. captó la atención.
Al momento de ser sustituido, mientras el brasileño abandonaba el terreno de juego, un sector de la afición local manifestó su descontento de una forma peculiar y burlona. Desde la grada, varios aficionados lanzaron balones de playa hacia el futbolista del Real Madrid, creando una escena inusual en un partido de esta magnitud.
La acción vino acompañada de cánticos específicos: "Balón de playa, Vinicius balón de playa", coreaba parte del público. Este grito no era casual; se interpretó rápidamente como una mofa dirigida a Vinicius, aludiendo a su no consecución del Balón de Oro el año pasado, sugiriendo de forma sarcástica que sus méritos eran comparables a los de un juguete de playa.
Este tipo de comportamiento en las gradas, aunque no es nuevo en Clásicos y partidos de alta tensión, subraya la rivalidad exacerbada y el ambiente caldeado que a menudo rodea estos encuentros. Utilizar un objeto lúdico como el balón de playa para la burla personal añade un elemento pintoresco, aunque criticable, a la confrontación entre aficiones.
El incidente, captado por las cámaras y comentado en redes sociales, se suma a la narrativa del partido, recordando que la batalla entre Barcelona y Real Madrid no se libra únicamente en el césped, sino también en la interacción, a veces hostil, entre los seguidores de ambos equipos. La imagen del balón de playa lanzado a un jugador se convierte en anécdota de un Clásico vibrante y polémico hasta en sus detalles extradeportivos.
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