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El futuro de la esgrima nacional se forja en Carabobo: ¡Aquí vienen Juan y Andrés Alvarado!

Domingo, 18 de septiembre de 2022 a las 09:00 am
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Por: Guillermo Liñares y Samuel Clemente

Venezuela logró hace exactamente diez años en esgrima, su segunda Medalla de Oro en unos Juegos Olímpicos, después que la grandiosa espada de Rubén Limardo conquistara la preciada presea en la cita de Londres 2012

Aquel hito significó mucho en la historia nacional, ya que únicamente el pugilista Francisco "Morochito" Rodríguez hasta el momento, la había obtenido en la contiende de México 1968. 

Ahora, desde el estado Carabobo surgen y crece dos niños, jovencitos hermanos que además aspiran a erigirse en los nuevos Rubén Limardo.

Demostrando una habilidad especial en la esgrima, después de formar parte ya del equipo nacional de Venezuela. Sus nombres, los escucharán y los leerán con total seguridad en el futuro que se avisora, así que presten atención:

Juan Manuel y Andrés Emanuel Alvarado Herrera… Con la espada y el florete a la vanguardia, respectivamente. Infantes de 10 y 12 años a cuestas, que deslumbran en plena construcción.

La potente esgrima del estado Carabobo… Para todo el continente

Ambos, tanto Juan como Andrés, dirán presente en el próximo Campeonato Sudamericano de Esgrima 2022 que se efectuará el próximo mes de noviembre en la ciudad de Curitiba, Brasil.

Juan Manuel estará compitiendo en la especialidad de espada, donde dentro de su categoría ya es número uno nacional con apenas 10 años.

Mientras que Andrés Emanuel es ya el segundo posicionado en la modalidad del florete y también tercero en espada dentro del ranking. 

Estos dos chicos empezaron desde muy temprano en el deporte que les apasiona, específicamente cuando solo tenían seis y ocho años de edad.

En primera instancia demostraron que deseaban crecer hasta llegar a donde hoy se ubican, aunque saben algo muy bien: Tienen todavía un camino muy largo por recorrer. 

Juan, un auténtico prodigio en esgrima

Es zurdo, y cuentan quienes lo ven competir que se desenvuelve con mucha soltura en la línea de acción, donde propina muchos toques certeros con su mano habilidosa y denotando así una inusitada calidad para niños de su edad. 

Además, Juan ya logró la medalla de bronce dentro de la categoría "infantil B" para Venezuela, ganándole el tercer lugar al representante de los Estados Unidos… Al que también venció por 5 a 2 a favor de Venezuela, en el Campeonato Panamericano de Esgrima que se celebró en Lima, Perú; del 22 al 26 del pasado mes de agosto. 

Su madre cuenta en exclusiva para 2001 OnLine, que Juan Manuel arribó a las semifinales de ese torneo con la mano izquierda lesionada por un incidente ocurrido en la ronda anterior durante su cara a cara con el niño representante de Chile. 

Juan Manuel Alvarado Herrera – Foto: Cortesía

Andrés, éxito con trabajo a fondo

Andrés, el hermano mayor, también posee trabajo de fondo que ya ha cosechado éxitos: "Es un chico dedicado, trabajador, que con mucho esfuerzo logró formar parte de la selección nacional de esgrima", relata con pasión la mujer que los trajo al mundo.

No consiguió ganar medalla en el Campeonato Panamericano en Lima, pero su calidad como esgrimista es muy alta y se escribe con letras mayúsculas.

A su vez, la forma en la que asume cada combate y su estilo al emplearse en las batallas que se le presentan; le han valido elogios muy importantes.

El currículum empieza a tomar profundidad, en él reposa ya una medalla dorada obtenida el Criterium Nacional Prebenjamín de España en el año 2018. Allí fue el niño venezolano campeón de dicho certamen.

También junto al metal dorado, yace una medalla de Bronce M10 en la XXXIX edición de los Juegos Municipales de Madrid, España en el 2019. ¡Qué futuro el de este par!

Andrés Emanuel Alvarado Herrera – Foto: Cortesía

Deportistas bien formados y exitosos

Juan y Andrés Alvarado Herrera son a su vez dos niños fenomenales en su faceta como esgrimistas, pero al estar empezando su vida deben en paralelo dedicar un monumental tiempo a los estudios para convertirse en hombres cultos, intachables, instruidos, con una formación completa y con un basto desarrollo intelectual. 

Juan Manuel estudia 5to grado de educación básica, y Andrés Emanuel cursa séptimo grado ya en la secundaria… Los dos juegan y sueñan en grande.

Pero la esgrima no es lo único que les apasiona, les gusta el fútbol, la natación y un deporte denominado nórdico.

Además, aman prácticas como la lectura, el dibujo, la actuación, y el teatro. A su vez abren un espacio en sus actividades para tocar la guitarra y el piano.

El trayecto que se les avizora, es de muchos éxitos en su aún incipiente vida; y representan con firme propósito, un proyecto esplendoroso para una Venezuela siempre ávida de nuevos ídolos.

Anécdotas… Con estilo y seguridad

Sobre Juan, el más pequeño; pesan agradables anécdotas… Impresiona siempre a las otras delegaciones nacionales que al ser tan pequeño, derroche toda su gracia, su marcada técnica, su confianza, su desenvolvimiento y mucha seguridad.

Sus naturales puntos con precisos toques zurdos, lo hacen lucir muy experimentado. Posee movimientos inferiores con el pie; que no se le ven a cualquiera. Por lo que de forma inevitable, se roba la impávida mirada de los expertos.

Causa risa, muchas veces; su tamaño se contrapone con su enorme talento. Incluso Sara Aguirre, tiradora de la selección infantil de Colombia le regaló su uniforme como una manera de compartir el triunfo merecido de Venezuela.

El centro del país a la vanguardia

La selección venezolana en suelo Inca, estuvo integrada por un total de 19 atletas, 18 niños en edades comprendidas entre los 6 y 14 años de edad, 13 de ellos carabobeños del Club de Esgrima Venezuela; y 2 niños originarios del estado Yaracuy pertenecientes al Club Invictus.

Además, la representación agrupó a 3 niñas y 1 atleta en edad adulta provenientes del Distrito Capital con auspicio del club Esperanzas Olímpicas.

Todos los competidores, aunque sortearon muchas necesidades; se valieron de una meticulosa preparación integral y deportiva. Por lo que emprendieron así una heroica travesía con el firme objetivo de dejar en alto a la bandera tricolor que nos define y nos identifica como venezolanos.

Pequeños niños, que enaltecen grandes historias. No es simpleza, es trabajo duro.

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