Navegantes del Magallanes es el equipo mas viejo, o al menos el menos joven, de los equipos profesionales en Venezuela. Pero aún así, su interrumpida vida se divide en tres etapas, y podría decirse que la primera se inicia en 1917, una época que sin dudas corresponde a aquel incipiente beisbol romántico.
Vale aclarar por supuesto en esta historia, que aquel Magallanes y el del presente, tienen tan sólo una identificación nominal, es decir, son tocayos, más no parientes.
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Es historia: El Magallanes fue una "Nave Turca" sólo al nacer
Ese Magallanes de 1917 tuvo en realidad una vida muy corta, pues, desapareció muy rápido porque se quedaron sin lanzadores. Mejor dicho y para ser exactos, tenían uno sólo de nombre Emilio Meneses; pero murió de la llamada gripe española, y con su deceso, se marchó también la existencia de la pionera divisa.
Pasarían diez años, para que se incubase otro Magallanes. En el año 1927, un hombre de origen canario llamado Antonio Benítez, ya muy cansado de las penurias del mar, se instaló en un bar de Caracas situado en las esquinas de Moreno y Camino Nuevo. Allí se reunían directivos de un club de beisbol que tenía por nombre "Back Stop"… Así, Benítez no sólo prestaba la sede, sino que colaboraba con el mantenimiento de la divisa, por lo que terminó incluso como el único canario que ha vestido un uniforme de beisbol en Venezuela.
Equipo pavoso…
Pero había un tema, el equipo parecía tener mala suerte, con esto; aunque no existen registros, era lógico suponer que tenía fama de perdedor. Ante esto, los participantes tomaron una decisión, había qué cambiarle el nombre, porque además tenían la creencia de que el mote de "Back Stop", era algo "pavoso".
De esta manera, el canario Benítez, se erigía como el encargado de bautizar al nuevo club. De tanto pensar, razonó en sus memorias un exitoso paso por el Estrecho de Magallanes que había tenido tiempo atrás, una hazaña que consideraba como su mayor logro como marino. Ante esto no fue muy difícil elegir el nombre actual.
Elementos incongruentes con la tradición del beisbol marcaron el inicio magallanero: bautizados por un canario, nombre traído de latitudes no beisboleras, y con raíces de las colonias turcas.
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Resurgimiento multicultural
El equipo era mantenido por dos jóvenes hermanos hijos de curazoleños, los jóvenes Luis y Juan Carratú, además del descendiente italiano Napoleón Caglianoni, y los hermanos turcos Eduardo Kalil, Alberto y Ricardo Salomón, junto a Vicente y Elías Issa, más los hermanos Fagre.
Con todo listo, el 14 de agosto de 1927, quedaba inaugurado el primer campeonato de beisbol amateur en el recordado "stand del Este". Aquel primer choque lo perdió el recién nacido Magallanes contra Estrella Roja por pizarra final de 20×11, única derrota además que les valdría para quedar eliminados.
Magallanes retaba al Royals Criollos
Envalentonados pese a la derrota, el Magallanes lanza un reto al poderoso equipo Royals Criollos para jugar una serie. Jesús Corao, delegado del equipo Royals no lo tomó muy bien y los mandó a "sembrar papas", ya que en la contesta les hace saber que no tenían categoría para enfrentarlos.
Para Corao, la petición era un atrevimiento y una osadía… Pero el Magallanes va en serio y decide reforzarse con buenos peloteros nativos y con algunos foráneos.
De esta manera incorporan al barco a Balbino Inojosa, Gustavo Coronel, al dominicano Nestico Sánchez, al boricua Camarón Sosa, y al cubano Lázaro Quezada; este último fue incluso el primer importado que jugó en el beisbol venezolano.
Gira victoriosa ante el Santa Marta
Una gira temprana, les deparó par de victorias al Magallanes frente al Santa Marta, una historia que recogieron los diarios del momento con titulares rimbombantes como: "Balbino lo hizo todo, bateando y lanzado… Inojosa derrotó dos veces al Santa Marta".
Con esto ya estaban listos y se presentaba la tan anhelada serie contra el Royals Criollos. Magallanes perdió el primer choque por paliza y blanqueo de 10×0.
Pero Inojosa no se quedó con esa espinita y pidió la pelota para los siguientes duelos, compromisos en los que el Magallanes devolvió la estocada al no permitir carreras en el par de cotejos siguientes.
La respuesta magallanera fue contundente: "No sembramos papas, fabricamos arepas", lo que caló rápidamente en el populacho. Surgía una rivalidad.
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Primer torneo de Primera División
Con la efervescencia a flor de piel, en 1930 se funda la Asociación Venezolana de Beisbol, y dos meses después en ese mismo año, se inaugura un primer campeonato llamado Primera División.
Y como todo buen resultado fruto del empuje y del trabajo, el Magallanes sería el primer campeón, con una novena dirigida por Luis Carratú y Benito Torres. Al año siguiente fueron segundos, en 1932 fueron terceros, y en 1933 se retiraron de la contienda teniendo marca de 1 ganado y 3 derrotas. Con esta dimisión, la segunda etapa del vitoreado Magallanes bajaba el telón.
El Magallanes sembró la semilla
En estos primeros años, el Magallanes al menos sembró la semilla de una mística que se fue regando de generación en generación en el fervor popular.
Una época donde además el maestro compositor Pedro Felice escribe el famoso pasodoble con el nombre del club, un éxito rotundo de las fiestas en el repertorio de "Los Antaños del Estadium", dirigidos por el maestro Jacobo Espinoza.
Pero el impacto fue incluso aún más fuerte, el Magallanes tenía canción propia, y tenía estadio a dos cuadras de la Plaza Catia; justo al lado de una hacienda de hortalizas, un terreno que estaba inclinado desde el home hacia el outfield.
El barrio se llama Los Magallanes por el equipo de beisbol
El barrio se llamaba Nueva Caracas, con estadio, hacienda, equipo de beisbol; pero con un Magallanes que ya no era turco. Desde entonces el barrio adoptó llamarse "Los Magallanes", en honor al equipo de la zona, era la herencia tras el nacimiento de un equipo que hoy vive sus días en Valencia.
El mundo conoce a centenares de equipo deportivos que se llaman como el barrio que los vio nacer, pero el Magallanes es quizás el primer equipo del mundo que brindó su nombre a una barriada. De esta manera, el sector se llama así por el equipo de pelota, y no viceversa.
¡Vaya mística! Esa que Magallanes trajo desde el ombligo.
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