A propósito del retiro temporal de la futbolista Sonia O’Neill de los terrenos para darle prioridad a su salud mental, existen también otros atletas que escogieron el mismo camino de la venezolana: descansar, darse un tiempo para reparar aquello que los atormentaba y sanar las heridas que los llevaron a tomar esa decisión.
Existen muchos casos en el mundo deportivo, que, al igual que O’Neill, dieron un paso al costado para respirar. En 2001 repasamos los casos más sonados.
Simon Biles: de participar en unos Juegos Olímpicos a tratar la salud mental
Simon Biles llegó a Tokio como una de las atletas más reconocidas a nivel mundial. La estadounidense era la máxima exponente de la gimnasia artística.
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Cinco veces campeona del mundo y campeona olímpica en Río de Janeiro 2016, Biles dijo basta antes de una final en su disciplina en los últimos Juegos Olímpicos disputados en 2021 por la pandemia de COVID-19.
Tenía 24 años y sentía mucha presión. La ansiedad la estaba carcomiendo y antes de que llegase el día de su puesta en escena, emitió un comunicado en el cual desgranaba los motivos de su retiro. Quería sanar para volver con más fuerza.
Su decisión le valió críticas de otros deportistas como Novak Djokovic, pero a una mujer que en ese entonces ya era reputada por sus conquistas en la colchoneta, le importó poco y siguió firme para descansar unos días y volver por lo alto.
Naomi Osaka puso un alto durante el Abierto de Francia para aliviar los males
En el tenis también hay ejemplos de retiro por salud mental, después de que sufrieran ataques de ansiedad que obligaron a detener su participación incluso en plenos partidos.
Así le sucedió a la japonesa Naomi Osaka durante el torneo de Roland Garros 2021. Alegó que desde el Abierto de Estados Unidos 2018 sufría ataques depresivos que la atormentaban.
Incluso a ella, que en aquel año era la tenista mejor pagada del mundo, su cuerpo le pidió el alto para priorizar el aspecto psicológico.
Desde entonces, Osaka ha sido una de las embajadoras más reconocidas en el planeta en la lucha por la salud mental en el deporte.
Andrés Iniesta: de la depresión a ser el héroe de España en el Mundial de 2010
Si hay un futbolista talentoso nacido en España ese es Andrés Iniesta, figura en el Barcelona y en la selección española. El atleta lidió con fuertes ataques depresivos durante 2009 a raíz de la muerte de su amigo Dani Jarque.
El exfutbolista del Espanyol era muy cercano al manchego, y su muerte causó una tristeza profunda en él al punto de atentar en el aspecto físico en la temporada 2009-2010.
Se perdió varios partidos, a causa de molestias musculares que derivaron también del aspecto mental. Tal era su problema que incluso en alguna entrevista confesó llorar por las noches durante aquella oscura etapa.
Sin embargo, la terapia ayudó a Iniesta, que en 2010 se convirtió en el héroe de España al marcar el gol que le dio el primer Mundial a la "Roja" en Sudáfrica.
Ironías del destino, con su gol también reivindicó la amistad que mantenía con Jarque al mostrar una camiseta que rezaba "Dani Jarque, siempre con nosotros", mientras gritaba el gol que le daba a su país la Copa del Mundo.
Michael Phelps: el Aquaman que calló sus problemas de salud mental
Si hay un deportista que fue exitoso en el mundo, ese es Michael Phelps.
El atleta con más medallas de la historia calló durante muchos años sus problemas con la salud mental. Alegó que sufría de ansiedad y depresión, y que lidió con ello durante los años en que sorprendía al mundo con sus más increíbles hazañas en la piscina.
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Hoy en día, Phelps se dedica a pregonar el cuidado de la salud mental, con una cita que mencionó en una charla que lo dice todo:
"Cuidar la salud mental es mucho más importante que ganar una medalla de oro. Viví un periodo en el que no quería seguir viviendo", dijo.
Otros casos que terminaron mal: Robert Enke acabó con su vida por culpa de la depresión
Hace 14 años el mundo del fútbol conmocionó a todos cuando trascendió la noticia del suicidio del portero alemán Robert Enke.
Enke jugó en la élite del balompié, siendo incluso guardameta de equipos como el Barcelona, pero a medida que crecía como deportista, más se hundía en la depresión.
Enke tuvo una hija con su esposa, llamada Lara, quien falleció a los 2 años debido a un síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, uno de los principales detonantes en su problema de salud mental.
La pérdida de su pequeña hija se sumó a sus inseguridades, que crecieron exponencialmente desde que jugaba en el Barça.
La tragedia llegó en noviembre de 2009 cuando se lanzó a las vías de un tren en Neustadt am Rübenberger, cerca de la ciudad de Hanover.
El portero dejó una carta a su esposa y explicó los motivos del porqué decidió suicidarse. Un caso extremo que muestra lo delicado que es el asunto.
Incluso hay un libro que se titula "Una vida demasiado corta" escrito por Ronald Reng que repasa todo ese sufrimiento que padeció el alemán.
Por eso, y a raíz de la decisión de Sonia O’Neill, vale la pena recordar todos estos casos para instar a tratar la salud mental. Un asunto que dejó de ser tabú en el deporte y que hay que tratar para evitar que se propague.
Vale la pena siempre hablarlo.
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