Eugenio Suárez, tercera base venezolano de Ciudad Piar, busca en Seattle reencontrarse tras su salida de los Rojos de Cincinnati.
El venezolano fue el recordman en jonrones hace ya tres años cuando disparó 49 jonrones, superando en aquel entonces los 47 que en su día dio Andrés Galarraga con los Rockies de Colorado.
Sin embargo, en el béisbol no todo se puede reducir a la fuerza de los bambinazos. Es un deporte que requiere de mucho más para mantenerte en acción.
Mike Moustakas le arrebató la titularidad al guayanés el año pasado después de su poca producción con el madero.
En Seattle, equipo donde otros insignes venezolanos como Freddy García, Félix Hernández o Franklin Gutiérrez jugaron, quiere reencontrarse.
Eugenio Suárez tuvo un 2021 para olvidar
En 2021 tuvo de nuevo un buena cantidad de bambinazos (31) en 505 turnos, pero la cantidad de ponches que tuvo es una clara muestra de la falta de contacto que ha presentado: 171, con apenas 56 bases por bolas.
El rango de MLB nos dice que en agosto de 2021, su registro en promedio de ponches era de 30.8%, que lo mantendría a un 10.8% de lo que sería la marca máxima de todo el promedio de jugadores calificados en la MLB.
Muy alto, y sintomático de un toletero vulnerable. ¿Cual es la explicación de esto? Pues que cuando lograba conectar la bola era capaz de producir extrabases (su poder bruto se mantuvo) pero no era alguien apto para mantener consistencia en el cajón de bateadores.
De hecho, su WAR (victoria sobre el reemplazo) terminó siendo de -0,7, cuando en algún momento llegó a estar en -2. Eso indica que Eugenio Suárez estuvo alejado de la media de bateadores, y que lo incluyen en un jugador inferior al nivel de reemplazo.
Eugenio Suárez no ha perdido poder pero debe ligar para promedio si quiere mantenerse en acción. El contacto y la capacidad de seleccionar buenos envíos deben ser su premisa a trabajar.
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