La tragedia que sacudió al fútbol brasileño en Balneario Camboriú dejó una profunda consternación en el mundo del deporte. La joven futbolista Carol Oliveira, de 22 años, murió tras caer desde un helipuerto situado en el piso 25 de un edificio conocido como Império do Sol.
La joven se encontraba grabando un video con su hermano, cuando perdió el equilibrio y cayó. La jugadora caminaba mirando la pantalla de su teléfono cuando no advirtió que llegaba al borde, se tropezó y falleció.
El hermano de Carol capturó el trágico momento en video. “Era evidente que Carolaine estaba distraída en el momento del accidente”, añadió un oficial de Policía Civil.
Las autoridades locales, llegaron rápidamente al lugar del hecho, pero desafortunadamente no pudieron salvar a la joven atleta. Las inmediaciones del siniestro fueron cercadas para facilitar los trabajos forenses, mientras que la Policía asumió la responsabilidad de la investigación.
El impacto de la pérdida se sintió fuertemente en el equipo de fútbol donde Carolaine jugaba. La joven era parte del Centro de Futebol Feminino de Tijucas, donde se le recordaba con cariño y aprecio.
Su entrenadora, Angélica Solidade, recordó a la futbolista como una persona extremadamente querida por todos: “Tenía muchos amigos y siempre agradaba. Nunca has visto a alguien decir ‘Carol es aburrida, no me gusta’”, comentó Solidade a través de un medio local.
Además, la entrenadora inició una campaña para recaudar fondos destinados a cubrir los gastos del funeral de la joven.
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