Antes del partido de cuartos de final del Mundial de Clubes entre Fluminense y Al Hilal, se guardó un solemne minuto de silencio en memoria de Diogo Jota y su hermano André.
Los futbolistas portugueses João Cancelo y Rúben Neves, compañeros de selección y grandes amigos de Jota, no pudieron contener la emoción. Neves, visiblemente quebrado, se limpió las lágrimas mientras Cancelo tuvo que arrodillarse para recomponerse.
Neves había compartido en redes un mensaje conmovedor, prometiendo que mantendrá vivo el legado de Jota. “Somos una familia… tú siempre estarás con nosotros”, afirmó, expresando la profundidad de su vínculo con el difunto delantero.
La escena fue altamente emotiva, incluso para quienes presencian el rigor del deporte profesional: Neves bajó la cabeza y lloró, mientras Cancelo sostuvo el gesto en silencio, hasta que su rostro se quebró.
El homenaje colectivo demuestra que el impacto de la tragedia trasciende fronteras. No solo sus compañeros del Al Hilal, sino también jugadores del Fluminense y espectadores en el estadio, se unieron en el homenaje emocional.
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