Este domingo el pesista venezolano Keydomar Vallenilla obtuvo el título mundial en levantamiento de pesas en Bogotá, durante el Campeonato Mundial de la disciplina en la capital colombiana.
Vallenilla logró la gesta en la categoría -89 kilogramos, y se convirtió en el primer venezolano en la historia que conquista dicha logro en la etapa adulta, y una página dorada más a un currículum ya exitoso en su carrera en la halterofilia.
Es la primera medalla de oro senior en la carrera de Keydomar, quien en el arranque y en el total dio muestras de su poder ante el resto de participantes.
Keydomar registró 175 kilos en su tercer intento en el arranque, actuación que le valió el triunfo en el campeonato mundial.
En total sumó 385 kilogramos y eso fue suficiente para que el himno patrio retumbara con el protagonista de la jornada en lo más alto del podio.
Keydomar cosecha éxitos sin límites
Esta presea de Vallenilla suma más a su carrera como pesista. El oriundo de La Guaira es el vigente subcampeón olímpico en la modalidad -96 kilogramos después de llevarse la plata en Tokio el año pasado.
Vallenilla levantó 387 kilogramos y desató la locura en el país, uniéndose también a Julio Mayora como los dos venezolanos que protagonizaron mañanas gloriosas en la halterofilia durante la cita olímpica.
Keydomar Vallenilla nació en medio de un entorno difícil, y no fue sino hasta que cumplió siete años que decidió que el camino de las pesas era el que quería emprender como deportista.
Sus entrenamientos se basaban en correcciones por la postura empleada a la hora de levantar, y así lo dice en diversas entrevistas ofrecidas a los medios, pero todo ese trabajo le dio frutos y como todo atleta de alto rendimiento
Desde entrenar en el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) hasta competir con los mejores del mundo, fue un camino lleno de obstáculos.
Sin embargo, la voluntad de Keydomar lo llevó a descubrir sus límites y superarlos.
Un palmarés tremendo
En su palmarés reposa ya una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y ese fue el inicio de un ciclo que lo llevó a situarse de segundo en Tokio.
Solamente el impresionante y fortachón catarí Fares Ibrahim Elbaj, con sus 402 kilos, le privaron de ganar el oro en tierras niponas, pero este inicio del camino que lo llevará a París 2024 es un gran arranque en su preparación.
Es un campeón que no conoce límites y que lo volverá a intentar. Para el orgullo de su pueblo y la alegría de toda Venezuela.
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