El retiro de Roger Federer se esperaba desde hace meses. El suizo padece problemas físicos importantes, el último en su rodilla derecha.
El adiós era cuestión de tiempo, pero no deja de doler a sus fanáticos porque Federer trasciende el tenis. No solo es que haya ganado 20 torneos Grand Slam, o que tuviese el récord de más semanas como el número uno del Ranking ATP. ¡No! Es por estilo, ya saben, aquello que los humanos dejan en este plano y por lo cual son reconocidos y recordados.
El destino es irónico en estos últimos días. Primero, el fallecimiento de la reina Isabel II y ahora el retiro del rey del tenis. La realeza es protagonista por la tristeza de quienes son sus súbditos.
De talante tranquilo, algo tan característico en los suizos, es la personalidad que reflejaba en las pistas, en las cuales no parecía nunca sudar ante el esfuerzo que suponía maratones de tres, cuatro o hasta cinco horas. Por las venas de Federer corre sangre fría, no se intimidaba ni ante el escenario más hostil, siempre impávido.
Empezó como profesional en 1998, cuando irrumpió en Wimbledon, y ganó la categoría junior a Iraki Labadze. Su deseo de convertirse en jugador se lo inoculó Boris Becker, su ídolo desde la infancia. Ahí sabía que quería dedicarse a eso, y desde muy pequeño dejó a todos asombrados.
A los seis años ya comandaba a los pequeños de su natal Basilea, la ciudad que vio crecer a la leyenda. A los 10 ya entrenaba formalmente, y a los 14 ya era el campeón nacional en su país.
El 2003: el primer Grand Slam y un flechazo inmediato con Wimbledon
Cuando ganó su primer Grand Slam en el All England Tennis Club en la edición 2003 tenía 21 años, y puede decirse que fue la temporada que lo encumbró al estrellato. Ese año ganó, además de su primer Major, otros cinco torneos: en Dubái, Halle, Marsella, Múnich y Viena.
Además, cayó en la final del Masters Series de Roma y finalizó el año como número dos del mundo, muy cerca del entonces líder, Andy Roddick.
En 2004 llegó la explosión definitiva: ganó ltres Grand Slam y conquistó por primera vez Australia y Nueva York. Cayeron tres de los cuatro, y se le escapó solo el Roland Garros en tercera ronda.
Ahí se hizo con el número uno del mundo, un hito que mantuvo durante 310 semanas (237 de ellas consecutivas, un récord) y que no soltaría hasta que el 18 de agosto de 2008, cuando lo desplazó Rafael Nadal, su némesis y amigo.
Si algo deja Federer como legado son esos duelos vibrantes con "Rafa": finales de Grand Slam que protagonizaron hasta la extenuación, sobre todo aquella de Wimbledon en 2008, que después de más de cinco horas se saldó con triunfo del español. Está considerado como el partido más épico que se recuerde este siglo.
Una carrera memorable, llena de éxitos y grandes momentos
Roger Federer ganó durante 12 años frente a todo aquello que se le cruzó. Incluso mantuvo el registro de más Masters 1000 ganados hasta el momento en el cual Rafa Nadal y Novak Djoković lo superaron.
Una de sus pistas predilectas fue Cincinnati, donde ganó siete veces, e Indian Wells con cinco.
De hecho tiene la segunda mayor cantidad de finales disputadas en Masters 1000 con 50, únicamente por detrás de Novak Djoković.
Si hablamos de su vida personal, también triunfó. A su lado siempre estuvo Mirka Vavrinec, con quien se casó en 2009, la mujer que ha estado a su lado durante más de 20 años. Ella entendió siempre a su pareja, porque también fue tenista, solo que en 2002 tuvo que decir adiós por una lesión en el pie. La importancia de Mirka en su carrera la resalta el propio suizo en su comunicado:
"Mirka me soportó en mi época de gamberro cuando viajaba por todo el mundo y me tuvo paciencia durante todo este tiempo, incluso estando embarazada de ocho meses" resaltó en su misiva.
Un récord total: Roger nunca abandonó un partido
Hay un registro que resume la vigencia y durabilidad de Roger Federer: el hecho de que nunca abandonó un partido en su carrera de más de 20 años.
Federer disputó un total de 1.519 partidos en su carrera como profesional y ganó 1.251, y sí, en ninguno abandonó. Impresiona si lo vemos en estadísticas.
De 2004 a 2009, además, ganó 14 Grand Slams que es denominado como el "prime" de su etapa en el tour, nadie ganó más y nadie mostró el dominio que el suizo tuvo.
Se deja infinidad de recuerdos, sobre todo el hecho de ser un tenista que dominó el circuito con un estilo elegante, contrario a la exigencia física que hoy tanto predomina en el deporte.
Su revés a una mano debería ser considerado como patrimonio de la humanidad. ¿Cuántos puntos no ganó con ese golpeo que le hacía distinto al resto?
Ganó 103 títulos ATP, y se presentó por última vez en Wimbledon en 2021 ante el polaco Hubert Hurkacz, cuando perdió por 6-3, 7-6 (4) y 6-0 en cuartos de final.
En 2022 volvió a la hierba londinense donde fue aclamado por todos los presentes, porque ahí siempre será catalogado como el rey.
Es la despedida de un monarca que gobernó con mano de hierro en el deporte blanco por dos décadas. El adiós de un hombre que demostró que su juego sí era perfecto.
¡Hasta siempre, su majestad!
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