Bad Bunny arrancó su esperada residencia en el Coliseo de Puerto Rico con una sorpresa que nadie vio venir: LeBron James subió al escenario y bailó junto al artista en plena función, desatando una ovación generalizada del público.
La estrella de los Lakers se unió al espectáculo durante el tema “Safaera”, subiéndose al techo de la gran casa rosa que forma parte de la escenografía del show. La multitud, eufórica, lo aclamó al grito de “MVP”, mientras el momento se volvía viral en redes sociales.
LeBron viajó a la isla especialmente para el show y lo anunció en sus redes con un mensaje claro: “Benito, estoy en camino”. Su presencia no fue solo una aparición espontánea, sino una muestra más de la estrecha amistad que ha forjado con el artista puertorriqueño en los últimos años.
El concierto marcó el inicio de “No Me Quiero Ir De Aquí”, la ambiciosa residencia de Bad Bunny que se extenderá hasta mediados de septiembre, con todas sus fechas ya agotadas. Además de su despliegue musical, el proyecto busca rendir homenaje a la cultura y resistencia del pueblo puertorriqueño.
Para los fans, el cruce entre deporte y música urbana fue algo más que anecdótico: se vivió como un momento icónico donde dos figuras influyentes se unieron en una noche inolvidable en San Juan.
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