La Vinotinto cerró la primera doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de 2026 con tres puntos de seis posibles.
En el escenario optimista, hizo el trabajo porque el partido "derrotable" en Barranquilla se produjo y el triunfo obligado en casa, se logró.
La selección tuvo certezas, dudas y creció a partir de dos escenarios completamente diferentes.
Por un lado, en Barranquilla apostó por un esquema de juego conservador, cortó los circuitos de fútbol de Colombia y salir a la contra para hacer daño. Y en Maturín buscó el partido, consciente de la importancia de sumar de a tres y hacer respetar la condición de local.
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En suelo cafetero Venezuela mostró orden, fue un equipo equilibrado y bregador. En la alineación ante Colombia coincidieron José Martínez, Yangel Herrera y Tomás Rincón en el medio; con Darwin Machís, Jefferson Savarino y Salomón Rondón arriba. Un once para recuperar pelotas y buscar velocidad por bandas a la contra.
Sin embargo, a Batista el planteamiento se le atragantó y se fue al traste en el inicio del segundo tiempo porque Colombia marcó en una desatención defensiva que Rafael Santos Borré no perdonó. El fútbol es de detalles y en eliminatorias eso se acrecienta.
Ese fue un traspié duro porque obligó a la selección a modificar los planes sobre la marcha, y tras aquella efímera sensación de solidez se tuvo que replantear muchas cosas.
Cayó 1-0 en Barranquilla, y se afrontaba la primera final en Venezuela con una selección de Paraguay que venía de empatar 0-0 con Perú en su patio.
Se hizo respetar la casa
Ya en la previa del partido ante los guaraníes, el "Bocha" no quiso dar pistas de su propuesta futbolística, pero se sospechaba que sería una variante ofensiva que se oficializó en Monagas.
Venezuela salió con Yangel Herrera y con el "Brujo" Martínez en el medio, acompañados por dos jugadores de buen pie y capacidad para jugar en el último tercio como Yeferson Soteldo y Samuel Sosa.
Venezuela arriesgó, con las consecuencias que eso amerita, y sacó petróleo con el gol de penalti de Salomón Rondón. Fue un partido con ocasiones, como el cabezazo de Yangel Herrera que sacó el meta Coronel, otra de Sergio Córdova y el tanto que le anuló Andrés Rojas a Yangel. Le costó pero los tres puntos cayeron en la buchaca.
Tomó el testigo que se le pedía y hoy amanece en puestos mundialistas en esa quinta plaza con tres puntos. Ahora viajará a Brasil y recibir a Chile en octubre para darle continuidad a un proceso que apenas empieza, pero que ya tiene algunas certezas…
Miguel Navarro: una esperanza para la Vinotinto
Uno de los futbolistas que se graduó en esta doble fecha eliminatoria es Miguel Navarro. El jugador del Chicago Fire fue un bálsamo por banda izquierda, mostró que el escenario no le pesó y en Maturín despejó cinco balones, recuperó cinco pelotas, tuvo un 68% de precisión en el pase y sufrió una falta.
Su partido lo consagra y es probable que ante Brasil sea de la partida nuevamente. La Vinotinto lo agradece en medio de tanto quebradero de cabeza: con Rosales a pierna cambiada o Luis Mago como perfil natural ahora salió un Navarro que demostró su capacidad.
La pareja de centrales: Wilker Ángel y Yordan Osorio se estabilizan
En ambos partidos, la pareja de centrales se conformó con Wilker Ángel y Yordan Osorio. Ante la ausencia de Nahuel Ferraresi, Ángel cumplió como ese stopper por izquierda que permitió darle más tranquilidad como último hombre a Osorio.
Puede decirse que cumplieron con nota, encajaron un gol en 180 minutos, pero las sensaciones que transmitieron fue de seguridad. Tanto en el repliegue como en esa sincronización que toda zaga debe poseer.
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Yangel y el Brujo, inamovibles en el once Vinotinto
Luego en la medular parece que no hay debate con la figura de Yangel Herrera. La Vinotinto es un equipo edificado ahora mismo alrededor de su figura, capaz de crecer en los minutos donde más queman los balones, da salida y capaz de sorprender con su buena llegada al arco rival.
Ante Paraguay marcó un gol que fue anulado por manos según el VAR y pudo liberarse más con la presencia del "Brujo" Martínez.
Este último fue ese bastión de oxígeno que la selección agradeció en Maturín: recuperó cuatro balones, por suelo ganó dos y por arriba dos, y cada vez toma más peso en esa faceta de contención que permite a la defensa sentirse más tranquila por sus constantes coberturas.
Cada partido cuenta en un camino largo
Mención especial merece Alexander González. El lateral derecho del Caracas Fútbol Club (CFC) hizo un buen partido en Barranquilla y este martes también. Su doble fecha lo consagra también en la posición.
Después existen distintas variantes arriba: depende del momento puede estar Soteldo, Sosa, Machís o Josef Martínez, pero esas decisiones son piedras para poder construir un equipo que ahora mismo sueña con que esta vez sí sea la definitiva.
La primera doble fecha eliminatoria está consumada. Queda camino y trabajo por delante. Fernando Batista y su cuerpo técnico seguro tomará nota para continuar un camino que todos los fanáticos esperan termine con el objetivo mundialista consagrado.
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