Lo que debió haber sido un sueño hecho realidad, terminó siendo una verdadera pesadilla para Kenzo, un niño de ocho años y fanático del Olympique de Marsella del futbol francés.
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Kenzo padece un cáncer terminal y fue invitado con su familia por la presidenta de Air Corsica , Marie-Hélène Casanova-Servas y la presidenta de Rotary Parata, Sandra Peraldi, para realizar su sueño y ver al OM, su equipo favorito.
El Marsella visitaba al Ajaccio en el Estadio François-Coty en un partido correspondiente a la ultima fecha de la Ligue 1.
El hecho lamentable que mancha al futbol francés
El sueño se convirtió rápidamente en una pesadilla cuando Kenzo y sus padres, que venían con los colores del Marsella, fueron golpeados por personas que irrumpieron en su camerino.
Por el simple hecho de vestir una camiseta del Marsella, ubicados en el balcón del palco de Air Corsica que da a la tribuna del equipo local, fue el detonante de la "hinchada".
El pequeño y su familia fueron empujados, golpeados por un puñado de individuos que irrumpieron en el palco para arrebatarle la camiseta y quemarla.
Lo que debía ser un sueño cumplido para un niño, terminó por ser una pesadilla
"Eran quince, así que no pude hacer nada. Me pasaron por encima, abrieron la puerta del camerino, le dieron dos puñetazos en la cara a mi marido, empujaron a mi hijo, que se cayó y se golpeó toda la cara con la barra de hierro del asiento", explicó a la radio pública France Bleu la madre del menor, llamada Amandine.
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El AC Ajaccio se solidariza con el pequeño Kenzo y sus padres”, escribió en un duro comunicado el Ajaccio. Los ultras le quitaron su camiseta del Marsella a Kenzo y a sus familiares y la prendieron fuego.
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