Las últimas palabras de Juan Vené encendieron las redes sociales otra vez. El experimentado periodista reiteró su negativa a votar por Omar Vizquel al Salón de la Fama de Cooperstown, y ante eso vale la pena hacer un análisis de la carrera del caraqueño en el mejor beisbol del mundo.
Vené mencionó que Vizquel era un producto creado por la empresa privada, y que a pesar de haber ganado 11 guantes de oro eso no le otorgaba el suficiente crédito para ser un inmortal.
¿Tiene razón? Veamos: para empezar hay que decir que Vizquel se caracterizó a lo largo de su carrera como un campo corto defensivo, un hombre que era capaz de realizar las jugadas más difíciles por su alcance y por su habilidad para dominar los roletazos más complejos.
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Además, patentó la jugada de ir a buscar el rolling con la mano limpia, lo que lo hacía ser un jugador muy atractivo de ver en directo para los aficionados.
Entre los shorstops que han pasado por el beisbol de las Grandes Ligas, Vizquel es líder en dobleplays, y ocupa lugares de vanguardia en asistencias, porcentaje de fildeo y errores.
El infielder contabilizó 1.734 doble matanzas en su carrera, y aventaja en casi 200 dobleplays más a Ozzie Smith, con 1.590.
En el renglón de las asistencias, es el tercero de todos los tiempos con 7.676. Otro criollo aparece por delante de "manos de seda" y no es otro que Luis Aparicio con 8.016. El líder es Ozzie Smith con 8.375.
Y en juegos jugados en las paradas cortas, Vizquel es líder de todos los tiempos con 2.709 encuentros en la posición seis del beisbol.
Sus números en otras estadísticas defensivas avanzadas
Si hablamos del porcentaje de fildeo, que no es una estadística 100% fiable hoy en día (ahora se pondera más el WAR, o las carreras salvadas), Vizquel es el primero de todos los tiempos con .985 %.
Se dice que no es del todo fiable porque el porcentaje de fildeo se calcula por la suma de los outs y las asistencias , dividida por el número de ocasiones totales (los outs más las asistencias y errores).
Omite qué tan difícil fue la jugada, qué situación de juego había en ese momento, qué tanto influyó en salvar a tu propio equipo de una carrera en contra o de incluso perder.
Vizquel en WAR (victoria sobre el reemplazo) ocupa el puesto 20 con un 45.6. En esa estadística no destaca, ya que el promedio de los shorstops que están en Cooperstown es de un 67.7.
Nombres como Cal Ripken Jr, Derek Jeter, Ozzie Smith, Alex Rodríguez o Barry Larkin están por delante del venezolano entre los shorstops que han pisado un terreno de MLB.
El WAR es una estadística que conglomera los distintos aspectos del juego a los fines de medir la contribución de un jugador a su equipo en términos de victorias. De ahí su importancia.
Si se mencionan las carreras defensivas salvadas, Vizquel es el número 19 con 128.6 de promedio. Según datos del analista Domingo Tavárez, ocho de los 18 que están por encima suyo están en el Salón de la Fama. Osea que la mayoría no logró la entronización.
Omar Vizquel no fue un bateador élite
Si tomamos el aspecto defensivo como el factor más preponderante en la carrera de Omar Vizquel, hay que mencionar que en la parcela ofensiva no fue un bateador estrella.
Sí, es cierto que se robó más de 400 bases (404), que acumuló 2.877 hits (segundo entre venezolanos), que es uno de los peloteros en conectar jonrón en cuatro décadas distintas y que pegó un total de 456 dobletes; pero no fue jamás bate de plata, ni ganó un título de bateo, ni tampoco completó una temporada con 200 o más hits. Lo más cerca que estuvo de lograrlo fue en 1999 cuando conectó 191 imparables.
Otra estadística que le pesa en contra es que disputó 24 años en Grandes Ligas y se quedó corto en su búsqueda de los 3.000 imparables. Nunca ganó una Serie Mundial y apenas asistió a tres Juegos de Estrellas.
¿Logrará la entronización a Cooperstown?
El arte defensivo ha sido subestimado muchas veces en Grandes Ligas, más en una era en la cual la espectacularidad de los batazos copan la escena.
Asimismo, el capitalino enfrenta otro hándicap que no es más que el episodio con el batboy de los Medias Blancas de Chicago.
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La sombra de la duda ha calado hondo entre los votantes, y es posible que, análisis y números aparte, ese sea el gran motivo que hoy lo tiene fuera del templo de los inmortales.
No hay más que mirar los porcentajes de votos que ha acumulado desde el 2018: 37% en esa primera oportunidad, 42.8% en 2019, 52.6% en 2020, 49.1% en 2021, 23.9% en 2022 y 19.5% en este 2023.
¿Merece estar allí? Los números tienen cosas a favor y en contra de su candidatura, pero lo cierto es que hay algo inobjetable: Juan Vené irá a la sepultura sin darle su voto.
Habrá que ver si el resto de cronistas se mantienen en una tendencia que ha ido en descenso, o si por el contrario lo logra. Aún le restan cuatro oportunidades más.
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