El único miembro de Cooperstown que tiene Venezuela, Luis Aparicio Montiel cumple este lunes 29 de abril 90 años de edad.
Hablamos de una leyenda del béisbol venezolano, ya que aparte de ser el único (hasta la fecha) inmortal del Salón de la Fama, dejó números en Grandes Ligas asombrosos que vale la pena recordar.
Luis Ernesto Aparicio Montiel nació un 29 de abril de 1934 en el barrio El Empedrado de Maracaibo, estado Zulia. Hijo de Luis Aparicio Ortega (el Grande), la pelota le corría por las venas desde que era muy joven.
Empezó a jugar beisbol con el desaparecido equipo Gavilanes de la Liga Occidental cuando recibió la oportunidad. Como dato curioso hay que decir que su tío era el dueño del club.
En Venezuela jugó para los rapaces, pero también defendió los colores de los Leones del Caracas, los Tiburones de La Guaira, las Águilas del Zulia, los Cardenales de Lara y actuó en una final como refuerzo de los Industriales de Valencia.
Su estreno en Grandes Ligas se produjo en 1956 cuando ganó el premio a "Novato del Año" con los Medias Blancas de Chicago.
Luis Aparicio: un legado brillante en Grandes Ligas
Su llegada fue la digna sucesión a otro gran campocorto e ídolo de la ciudad de los vientos como lo fue el caraqueño Alfonso "Chico" Carrasquel, uno de los grandes mentores de su carrera.
Aparicio fue un defensor excelso. Ganó nueve guantes de oro en Grandes Ligas, y además logró un récord que aún hoy se mantiene vigente en el Big Show: liderar la Liga Americana en bases robadas cuando lo hizo durante nueve campañas seguidas.
Nadie más ha logrado eso. Ni Rickey Henderson, considerado el hombre más veloz en las almohadillas en MLB. Solo él.
A esa cosecha añadió un total de 2.677 hits (fue el venezolano con más indiscutibles durante casi 40 años cuando Omar Vizquel lo superó), asistió a 13 Juegos de Estrellas y ganó la Serie Mundial de 1966.
Equipos en MLB del venezolano inmortal
Además de los Medias Blancas de Chicago, Aparicio también jugó para los Orioles de Baltimore (aquellos oropéndolas que tenían a Jim Palmer, considerado su mejor pitcher en la historia), y los Medias Rojas de Boston.
En definitiva fueron 18 años de excelencia, que merecieron su entronización al Salón de la Fama en 1984.
Con 341 votos de 401 posibles logró la inmortalidad, en la que fue su sexto año de elegibilidad en las boletas.
Hoy cumple 90 años, y Venezuela entera celebra su vida. Una que dedicó al terreno de los diamantes, y que esperamos sean muchos más.
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