El magnate ruso, Roman Abramovich, ha sido sancionado este jueves por el gobierno británico por la invasión de Rusia a Ucrania.
Abramovich, propietario del Chelsea, tendrá sus bienes y haberes congelados y además la suspensión de la venta del equipo, que sin embargo, podrá seguir jugando.
Las sanciones, que hasta el día de hoy tienen a ya más de 200 personas afectadas, impide hacer transacciones entre empresarios rusos y empresas británicas.
Además, Abramovich también tiene prohibido poder viajar al Reino Unido.
"Los oligarcas y los cleptócratas no tienen cabida en nuestra economía ni en nuestra sociedad", afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Abramovich nuevamente castigado
Debido a la sanción y la implicación que podía tener esto para las actividades del Chelsea, el primer ministro británico Boris Johnson otorgó una licencia.
La misma trata de permitir que las actividades relacionadas con el fútbol, continúen en el club.
El Chelsea, que va tercero en la Premier League por detrás del Manchester City y el Liverpool, podrá seguir jugando partidos, pagar los sueldos de sus empleados.
Lo que si no permite la licencia es la venta de entradas o abonos para la temporada que viene, así como tampoco hacer fichajes.
El gobierno apunta que el objetivo de esto es "proteger a la Premier League, a la pirámide futbolística en general, a los fieles seguidores y a otros clubes".
El Chelsea es propiedad de Roman Abramovich desde hace 19 años y este había señalado hace días que iba a vender el club.
Abramovich compró al Chelsea en 2003 por 140 millones de libras (168 millones de euros, 187 millones de dólares) y precisó en su momento que los fondos netos de la venta irían a una fundación benéfica.
El empresario había prometido esto debido a la guerra que se vive en Ucrania tras la invasión de su país.
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