La NBA es una máquina de hacer dinero, y sus estrellas son el motor principal. Entre ellas, Stephen Curry brilla con luz propia, no solo por su talento en la cancha, sino también por su astucia para los negocios, posicionándose como el segundo deportista mejor pagado del mundo, solo por detrás de Cristiano Ronaldo, según la prestigiosa revista Forbes.
Curry, de 37 años, ha amasado una fortuna de 156 millones de dólares en los últimos doce meses. De esa impresionante suma, 56 millones corresponden a su salario como base de los Golden State Warriors, mientras que los restantes 100 millones provienen de una diversificada cartera de patrocinios, apariciones públicas, venta de recuerdos y licencias.
Pero el impacto de Curry va más allá de su desempeño deportivo y sus acuerdos publicitarios. El jugador ha demostrado ser un inversor perspicaz, con participaciones en la marca de agua Nirvana, la liga femenina Unrivaled y la bebida Plezi Hydratation. Además, ha incursionado en el ámbito académico como subdirector general de programas de baloncesto en Davidson College y ha producido documentales a través de su propia compañía, Unanimous Media.
Su éxito financiero lo coloca por encima de otras leyendas de la NBA, como LeBron James. A sus 40 años, la estrella de los Lakers generó 133.8 millones de dólares en el último año, con 48.8 millones provenientes de su salario en la cancha y 85 millones de sus actividades fuera de ella.
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