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Con los acordes del réquiem de Mozart y en la catedral primada de Bogotá, Colombia comenzó el martes a honrar la memoria de Gabriel García Márquez en un acto que es parte de una serie en honor al ganador del Nobel de Literatura descrito como quien más alto y lejos llevó el nombre de su país.
El acto en la céntrica Plaza de Bolívar comenzó pasado el mediodía y estuvo encabezado por el presidente Juan Manuel Santos, quien la víspera hizo en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México una guardia de honor junto a la pequeña caja de madera con las cenizas del autor de "Cien años de soledad", fallecido el 17 de abril a los 87 años en la capital azteca.
En una catedral atestada de personalidades políticas como tres expresidentes -el conservador Belisario Betancur (1982-1986) y los liberales César Gaviria (1991-1994) y Ernesto Samper (1994-1998)-, así como congresistas, ministros y ex ministros, la ceremonia comenzó con una oración encabezada por el cardenal Rubén Salazar desde un altar decorado con cientos de rosas amarillas, el color preferido de García Márquez.
Pequeñas mariposas de papel amarillo decoraban partes de las paredes y los atriles de los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional, algunos de los cuales llevaban en sus muñecas pequeñas pulseras con mariposas.
"Damos gracias a Dios por el legado por este máximo maestro de las letras… damos gracias a Dios por su existencia", dijo el cardenal. "Damos gracias a Dios por su obra…Gabo ha sido sal de la tierra y luz del mundo", añadió el cardenal invitando a los presentes a rezar un Padrenuestro.
Poco después comenzaron los acordes del réquiem e ingresaron los miembros de un coro en trajes negros y con pequeños prendedores de mariposas amarillas de papel en una esquina de su pecho.
A las afueras de la Plaza, al menos tres pantallas gigantes retransmitían el acto bajo una tenue llovizna.
Parientes de Gabo como sus hermanas Aida y Ligia, la cuarta y quinta de los 15 hermanos, no viajaron a Bogotá para el homenaje debido a su edad y permanecieron en la ciudad de Barranquilla, a unos 700 kilómetros al norte de la capital colombiana.
"Tengo momentos de tranquilidad y momentillos en que se me revuelven" los recuerdos, dijo Aida, de 82 años, en entrevista telefónica con The Associated Press desde Barranquilla, donde también vivió su ilustre hermano. "Le tenemos miedo al avión, le tenemos pánico", dijo entre risas Aida, quien aseguró que la víspera hubo actos en Barranquilla en homenaje a su hermano y el sábado acudirá a otro, una misa en la catedral de la ciudad de Cartagena donde están sepultados los restos de Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, los padres del escritor.
Los homenajes a García Márquez proseguirán en la semana cuando en el Día del Idioma, el 23 de abril, en las 1.403 bibliotecas públicas del país se lea en voz alta "El coronel no tiene quien le escriba", dijo el Ministerio de Cultura, que distribuyó al menos 12.000 ejemplares de esa obra.
También está previsto anunciar el próximo 29 de abril las bases para la entrega a fines de 2014 del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, consistente en 100.000 dólares aportados en su totalidad por el Ministerio de Cultura.
Aún se desconoce la decisión de la familia de García Márquez -su esposa Mercedes Barcha y sus dos hijos Gonzalo y Rodrigo- sobre el destino final de los restos del autor, quien se radicó hace décadas en México.
En las calles de esta ajetreada capital de ocho millones de habitantes parece no haber consenso sobre qué hacer con los restos, si dejarlos en México o traerlos al país y que queden en su poblado natal de Aracataca, a unos 690 kilómetros al norte de Bogotá.
"Las cenizas de Gabriel García Márquez que las repatríen ya que es un símbolo para nosotros los colombianos y lo importante es que sus cenizas estén aquí", dijo a AP Miguel Linares, un ingeniero de sistemas de 43 años, mientras cruzaba a pie una congestionada vía del norte de la ciudad.
Pero para Néstor Ballen, un arquitecto de 53 años, Gabo "debe estar donde se sintió mejor y si vivió en México durante mucho tiempo exiliado y luego lo hizo como su casa permanente pues dejen sus restos allá". En Colombia, añadió, "está el recuerdo y las memorias de que fue un escritor nacido en Aracataca y sencillamente eso nadie lo va a cambiar".
2014-04-22