Pablo Cruz vive un sueño al interpretar al legendario Roberto Gómez Bolaños en Chespirito: sin querer queriendo de HBO Max, confesando a People en Español: "Es un honor conectar con un público latinoamericano que deseaba esta serie desde antes de su producción". Su proceso involucró una transformación física meticulosa, reduciendo su estatura mediante técnicas corporales y adoptando hábitos alimenticios específicos: "Comía tres sándwiches de jamón al día: desayuno, comida y cena. Era pragmático para concentrarme entre tomas".
La disciplina incluyó siestas cronometradas durante el agotador rodaje: "Me dormía 55 minutos sin excepción tras cada sándwich, despertando listo para grabar". Junto a Paulina Dávila, Andrea Noli y Bárbara López, Cruz vivió anécdotas memorables como una escena en playa de Acapulco donde debió correr como "El Chavo": "Aguanté el dolor de una salchicha hirviendo para no arruinar la toma al anochecer", rememora entre risas. Cada desafío reforzó su compromiso con el icónico personaje.
Un pilar emocional fue el vínculo con los hijos de Chespirito: "Roberto y Paulina Gómez Fernández me eligieron y abrieron su archivo familiar con fotos, videos e historias", destaca Cruz, agradecido por su cercanía. Sobre la polémica con Florinda Meza, aclara con diplomacia: "Solo interpreto al Roberto del guión. Deseo que quienes vean la serie conecten con algo bonito", evitando profundizar en controversias externas a su trabajo artístico.
El actor cierra revelando otro reto: "Aparentar dominio del balón de fútbol", y enfatiza su crecimiento profesional tras esta experiencia. "Me llevo las ganas de seguir explorándome a través de mis personajes", concluye Cruz, dejando claro que honrar al genio cómico marcó un antes y después en su carrera mientras la serie prepara su estreno en HBO Max.
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