Yosvani Arismín Sierra Hernández, Chocolate MC, fue arrestado este 27 de abril en Miami-Dade tras días prófugo. El artista urbano enfrenta cargos graves: robo en habitación de hotel, posesión de drogas, daños criminales, amenazas de asesinato y uso ilegal de dispositivos de comunicación, según la ficha policial. Su detención se produjo luego de que desafiara públicamente a las autoridades, incrementando la presión mediática.
El periodista Mario Vallejo reveló que el cantante tenía órdenes activas en tres condados de Florida (Miami-Dade, Escambia, Pasco) y una en Texas. Los delitos incluyen agresión fuera de jurisdicción y posesión de drogas con intención de consumo, lo que agrava su perfil legal.
Antes de su captura, Chocolate MC se burló de la policía en Instagram: “Miami-Dade Police trabajen, dejen las redes y las noticias y trabajen partía de corruptos”, publicó en historias mientras se relajaba en una piscina. Esta actitud desafiante, típica en su historial, contrasta con las acusaciones de amenazas escritas de lesiones corporales que pesan sobre él.
El reguetonero, figura polémica en la escena cubana, acumula antecedentes en EE.UU., incluidos encarcelamientos previos. Su caso reabre el debate: ¿por qué, pese a su historial, no ha sido deportado a Cuba? Expertos señalan que las nuevas acusaciones podrían acelerar este proceso.
El arresto no solo impacta su carrera, sino que expone los desafíos legales de artistas migrantes. Con su futuro en vilo, Chocolate MC espera tras las rejas una audiencia que definirá si la justicia estadounidense —o Cuba— escribirá el próximo capítulo de su vida.
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