Tras el éxito de La sustancia, muchos esperaban que Demi Moore se alzara con el Oscar. La actriz había recibido elogios unánimes por su interpretación de Elisabeth Sparkle, y por primera vez en su carrera fue nominada como Mejor Actriz.
Sin embargo, para sorpresa de muchos, la estatuilla fue para Mikey Madison por su trabajo en Anora. Ante la inesperada noticia, las cámaras captaron la reacción de Moore: cejas levemente alzadas, labios apretados y una sonrisa que apareció segundos después, mientras su mirada se posaba en la joven ganadora. El gesto se viralizó rápidamente y fue interpretado como una señal de tensión o decepción, tal como se ve en el vídeo compartido por El Correo.
Pero en una entrevista exclusiva para Time, la actriz de 62 años aclaró lo ocurrido: “En ese momento me incliné hacia mi mánager y le dije: ‘Creo que le toca a Mikey’”, reveló. “No sé por qué lo supe, pero lo supe. Estaba centrada y tranquila”, afirmó, desmintiendo que el resultado la hubiese afectado según reseñó La Nación.
Pese a sus palabras, fuentes cercanas contaron a People que Moore tenía grandes expectativas para esa noche. “Demi está tomando esta pérdida con dificultad, porque sentía que finalmente era su oportunidad de ganar un Premio de la Academia”, comentaron.
Aunque era considerada la gran favorita por críticos y fanáticos, Moore no tardó en felicitar a Madison: “Estoy emocionada por Mikey y por todas las mujeres nominadas”.
La actriz, ganadora de premios como el Globo de Oro, el SAG y el Critics’ Choice, también agradeció a sus seguidores: “Ha sido una experiencia inolvidable. Estoy inmensamente agradecida por este viaje y por todos los que han estado conmigo”, escribió en Instagram.
Entre quienes la ovacionaron tras la ceremonia estuvo su hija Rumer Willis, quien le dedicó un emotivo mensaje: “Mi mamá. Mi ganadora para siempre. Nunca me he sentido más orgullosa”.
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