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El Pato Donald se convirtió en una de las figuras más populares del imperio Disney. Y no por sus fortalezas, sino por sus debilidades. Alrededor del ave no sólo surgió todo un microcosmos: el Pato Donald es desde hace tiempo una leyenda. El 9 de junio, este protagonista de cómics festeja su 80 cumpleaños.
Tras el éxito de “Mickey Mouse”, Walt Disney comenzó a buscar una nueva figura que no fuera tan positiva como el ratón.
Donald surgió de las plumas de los dibujantes y tuvo su debut en la animación “La gallinita sabia”, el 9 de junio de 1934.
El pato no era muy amable y dejó que la gallina mamá haga sola todo el trabajo en el campo. Pero el personaje ya era Donald, vestido con un saco de marinero -al fin y al cabo el pato es un animal acuático- y la legendaria voz de Clarence Nash. Era amoroso, pero también bastante descarado.
Donald se convirtió en un éxito. Se produjeron cada vez más cortometrajes y hay muchos más con Donald que con “Micky Mouse”. Se creó todo un mundo alrededor de él.
En su ciudad natal también viven Mickey y Goofy, pero se llama “Duckburg”, y Donald, el Tío Rico, la amiga Daisy y sus sobrinos Hugo, Paco y Luis determinan la vida en el lugar.
En la década de 1940, Donald hasta fue a la guerra. En “The Fuehrer’s Face”, de 1943, hacía constantemente el saludo nazi con la rabadilla, leía “Mi lucha” y construía bombas para el régimen alemán.
Finalmente, despertó de la pesadilla y besó a la Estatua de la Libertad. Esta película de propaganda antinazi fue distinguida entonces con un premio Oscar.
En otra cinta se puede leer en una convocatoria hasta el segundo nombre de Donald: Fauntleroy.
“De niño, prefería el estilo anarquista de Donald”, dijo el escritor alemán Frank Schätzing al diario “Die Welt am Sonntag”.
“También de que siempre mostraba corazón y responsabilidad a sus tres sobrinos desobedientes y maleducados, y él mismo era molestado por un pandemonio de familiares impopulares – la complejidad de estas relaciones familiares. ¡Grandioso!”, explicó Schätzing.
“Es tan exitoso simplemente porque no es perfecto”, sostiene por su parte Uwe Lambach. “Mickey Mouse fue perfeccionado hasta el aburrimiento. Pero Donald fracasa tanto y siempre vuelve a levantarse y sigue adelante. Cualquiera que no tiene una autoestima alta se puede identificar con él”.
Mientras que en Estados Unidos reina Mickey Mouse, a nivel internacional es más popular el Pato Donald.