La puertorriqueña, Jackie Guerrido es uno de los rostros más queridos de la televisión hispana en Estados Unidos, su larga trayectoria y perseverancia la han convertido en un ejemplo de fortaleza y superación para muchas mujeres.
Esta semana, Guerrido, también conocida por ser pareja de “El Rey del reggaetón”, Don Omar, fue la invitada especial en el programa de YouTube, "Desiguales Todos Opinamos", entrevistada por Adamari López y Karina Banda.
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Una historia retadora
Durante la conversación, la boricua repasó una vida llena de logros y momentos retadores, los cuales ha transformado en lecciones de vida, que la han llevado a declararse una mujer muy feliz.
Uno de los aspectos más notables de su vida es su experiencia como madre adolescente. Jackie Guerrido tuvo a su primer hijo a los 16 años, pero su conocimiento sobre la maternidad comenzó mucho antes. A una edad temprana, se hizo responsable del hogar mientras su madre trabajaba, asumiendo tareas propias de un adulto.
"Como fui la hermana mayor, cuidé a mis hermanos. Antes, la mamá se iba a trabajar y uno tenía que cambiar los pañales, cuidar a los hermanitos. Yo ya iba muy avanzada. Una vez mi mamá me llevó al psicólogo porque decía: 'Ella es una vieja, hace arroz blanco, habichuelas, frijoles'. Era una niña que no tenías que peinar porque yo lo sabía hacer. Todo lo sabía hacer. Mi mamá se iba a trabajar y cuando llegaba a casa yo ya había limpiado el piso, hecho las camas, lavado, y puesto las toallas...", dijo.
¿Resentimiento hacia su madre?
Por tal motivo, Adamari López, durante la entrevista, le preguntó si la pérdida de parte de su adolescencia le generó algún resentimiento. Guerrido fue enfática al responder que no hubo reproches, solo amor.
"Nunca le reclamé porque como tuve tanto amor de ella, siempre la vi trabajando y estudiando. Me enseñó el amor incondicional. Aprendí a través de los años que no importa el tiempo que pases con tus hijos, sino la calidad, estar presente. Para mí era como: 'bendito, mi madre está trabajando'", expresó.
Finalmente, el primer embarazo de la puertorriqueña representó un gran cambio en su vida, pero ella lo aceptó con amor y madurez.
"Yo lo anhelaba, yo entendí ese plan y lo acepté. Yo sentía ese amor de tener a mi hijo, sabía que a los dos años tendría otro hijo, sabía que mi segundo embarazo sería una hija. Lo sentía, a pesar de que no eran tus planes, era mi destino. Fue lo que me tocó. Sé que venía de Dios, y lo bonito es que lo iba aceptando conforme pasaban las cosas. Lo veía todo como una bendición. Era lo que mi corazón quería hacer", conluyó.
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