El proyecto soñado de Guillermo del Toro enfrentó su mayor obstáculo cuando Andrew Garfield abandonó el rol del monstruo por conflictos de agenda, tras nueve meses de diseño personalizado. La producción de "Frankenstein", con reparto estelar incluido a Oscar Isaac y Mia Goth, estuvo al borde del colapso hasta que Jacob Elordi emergió como solución inmediata. El actor australiano, famoso por Euphoria y con ascendencia española, aceptó el desafío de encarnar a la icónica criatura junto a figuras como Christoph Waltz y Lars Mikkelsen. Su incorporación relámpago no solo calmó las aguas sino que inyectó nueva energía al equipo.
Del Toro reveló a Vanity Fair que la conexión con Elordi fue instantánea y decisiva: "Tuvimos una súper natural y muy buena conexión. Y con pocas palabras. Decía pocas cosas y él las hacía...". Con solo nueve semanas para reimaginar la criatura basada en su físico de 1.96 metros, el director enfatizó la presión extrema del proceso. El colaborador Mark Hill destacó que el éxito radicó en la singularidad del australiano: "Lo que me atrajo de él fue el ser desgarbado y sus muñecas. Era esa soltura [...]", comparando su presencia sombría y expresiva con el legendario Boris Karloff.
El físico que sedujo al diseño
La elección de Elordi no fue casual: Hill profundizó en sus atributos únicos que salvaron la esencia del monstruo: "Tiene momentos realmente sombríos en los que te observa con gran destreza, con los párpados bajos y las pestañas largas [...] Su porte es inocente, pero se ve envuelto en una figura de uno con noventa y seis metros. Podría causar mucho daño si este hombre de verdad quisiera ser un villano". Esta dualidad entre vulnerabilidad y amenaza latente convenció al equipo, permitiendo mantener la visión original pese al cambio radical de actor. El diseño final aprovechó su envergadura y mirada penetrante para crear un monstruo humanamente complejo.
Tras superar el desafío, "Frankenstein" se alista para su premiere mundial en el Festival de Venecia (agosto) antes de llegar a Netflix en noviembre. El proyecto no solo confirma la resiliencia creativa de del Toro, sino que consolida a Elordi como un talento versátil capaz de rescatar producciones épicas. Mientras los fans aguardan el resultado, la industria celebra cómo un giro del destino —y un actor con magnetismo natural— convirtió una crisis en un triunfo cinematográfico.
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