Tras varios años de sufrir en secreto por la violencia psicológica, física y sexual a la que era sometida por su expareja, la actriz venezolana Jeska Lee Ruiz, rompió el silencio y envió un mensaje a las mujeres que viven situaciones como esta.
A través de su cuenta en Instagram, Jeska publicó una carta en la que relató cómo su agresor, Carlos Daniel Madera Correa, alias “el nigga”, la llevó a vivir “el peor de los infiernos” y afectó severamente su salud mental.
El pasado 23 de noviembre, decidió denunciarlo ante el Ministerio Público, “por mí y por mis hijas”, dijo la actriz.
Jeska, quien interpretó el rol de Silvia en la película "La Virgen Negra", explicó que el fiscal encargado consideró su relato e impuso "medidas de protección y seguridad para mí y mis hijas".
Según lo establecido por la fiscalía, a Madera y sus allegados se les prohibió el acercamiento a Jeska y cualquiera de sus familiares.
Decidida a romper el silencio
Sin embargo, el agresor violó la orden de fiscalía el pasado 23 de diciembre, cuando atacó a Jeska a pocos metros de su domicilio. La también periodista, no dejó pasar el hecho y lo denunció nuevamente.
Aseguró que el sujeto la amenazó de “muerte y violación, tanto a mí como a mis hijas”, hechos que cometería si ella no retiraba la denuncia que realizó ante las autoridades.
A pesar de sentirse vulnerable ante la situación, que pone en riesgo su integridad y la de su familia, “decidí no callar más”, expresó.
“Tengo derecho a una vida libre de violencia. A que se haga justicia por todos los años de maltrato que viví. Tengo derecho a que se me respete y proteja como humano, mujer, madre y como persona”, manifestó Jeska.
Con su carta, la actriz resolvió “romper la discreción que siempre me ha caracterizado para proteger detalles de mi vida privada”, puesto que su situación pone en riesgo su vida y la de sus hijas.
Un mensaje para todas las mujeres
“Tampoco debo considerar y proteger más la reputación o exposición de mi agresor”, señaló. Además responsabilizó a Madera de “todo daño o agresión que pueda sucederme a mí y a mis hijas”.
Jeska pidió justicia para todas aquellas mujeres que sufren violencia, hayan denunciado a su agresor o no.
“Sé que se sienten tan vulnerables e irrespetadas como yo”, dijo.
“Agradezco infinitamente a todos su credo, sus acciones, palabras y voluntades que puedan ayudarnos a hacer justicia y finalmente acercarnos a una vida justa, cercana al ideal de paz que todos merecemos” finalizó.
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