El autor y director de teatro francés Joël Pommerat reestrenó este otoño en París tres obras suyas, mientras sigue de gira con varias creaciones, entre ellas "Cendrillon" (Cenicienta), cuento que podría llevar a Nueva York la próxima primavera.
El artista (Roanne, 1963) recibe una vez más los parabienes del Teatro de Europa del Odeón de París, donde muestra desde el 14 de octubre dos de sus piezas históricas, "Au Monde" (2004) y "Les Marchands" (2006), estrenadas en su día en el Teatro Nacional de Estrasburgo (noreste).
Ambas ponen principio y fin a una reflexión en forma de trilogía sobre la realidad, la familia, el trabajo, el dinero, el amor y la muerte; la libertad, los sueños y las utopías del ser humano, y con ellos la tragedia de una alienación cotidiana aparentemente banal.
Más conocido hasta hoy por el público belga, moscovita y español que por el estadounidense, el debut neoyorquino de Pommerat se proyecta con una versión en inglés de "Cendrillon", que algunos medios franceses dan por hecha, pese a que está aún por confirmar, según comentó a Efe su portavoz.
En el Odeón, Pommerat abrió la nueva temporada tras haber cerrado en junio la anterior, precisamente con "Cendrillon", reescrita y dirigida tres años después de "Pinocchio" (2008), tras haberse iniciado en el universo del cuento en 2004, con el mismo "Petit Chaperon rouge", que el Festival Barcelona Grec recibió en 2011.
Al éxito anunciado este otoño en París para "Au monde" y "Les marchands", que hoy terminan su estancia en el Odeón, se sumó el de "La grande et fabuleuse histoire du commerce", en el Teatro des Bouffes du Nord, desde el pasado día 9 y hasta el 16 de noviembre.
Es una pieza que se desdobla en dos para situar al público ante la intimidad de sendos equipos de vendedores a domicilio, demasiado jóvenes o demasiado viejos para cumplir los objetivos requeridos, víctimas, según los casos, de expertos colegas de mayor o menor edad que ellos.
De Pommerat, artista autodidacta que dejó la escuela a los 16 años, se dice que ni la gastronomía ni los grandes placeres de la existencia le tientan más que el teatro, su pasión, descubierta a los 12 años en Aviñón, festival internacional que en 2006 le dio a conocer al gran público convirtiéndole en uno de sus invitados especiales.
Desde entonces, según describe la prensa nacional, Pommerat vive su éxito de manera austera y monacal, como vivió sus primeros discretos años de creación, alejado de lo que considera "la seducción y la superficialidad de la vida artística".
También vive lejos de las redes sociales, donde disfruta de una somera presencia que se limita a una página en Facebook, de la que por supuesto no se ocupa él, y una escueta entrada francófona en Wikipedia, con sendas traducciones todavía más breves en ruso y japonés.
Muy sensible al silencio y a los bellos espacios, según sus declaraciones a los medios, el dramaturgo prefiere vivir sin domicilio fijo, en apartamentos amueblados de alquiler, y tampoco quiso nunca tomar las riendas de un gran teatro público o privado.
Desempeña a cambio una prolífica tarea de autor-director, al ritmo mínimo de una creación anual y varias obras de gira simultánea con la Compañía Louis Brouillard, que fundó en 1990.
"Au monde", Les marchands", "La grande et fabuleuse historie.." y "Cendrillon" seguirán su viaje por Francia durante los próximos meses, en dos ocasiones pasando por Ottawa (Canadá) y por Bruselas, de cuyo Teatro Nacional Pommerat es también artista asociado.
A finales de octubre, Luxemburgo descubrirá "La Réunification des deux Corées" (2013), su celebrada última composición, estrenada en el Odeón.
A partir de enero de 2014, la Cie Louis Brouillard abrirá una nueva una gira en Douai (noroeste) con el estreno de su nueva producción, "Une année sans été", inspirada a Catherine Anne por la vida del poeta Rainer Maria Rilke y raro texto que Pommerat dirige sin haberlo escrito o reescrito él mismo./EFE