EFE
Julieta Venegas lleva cinco años siendo embajadora de la buena voluntad de Unicef, tiempo en el que ha podido ver de cerca las necesidades de la infancia y en el que se ha dado cuenta de que la educación es lo más importante, pues es la mayor herramienta de protección para el futuro.
En este tiempo la cantautora mexicana de 43 años, autora de éxitos como "Me voy" y "Limón y sal", ha realizado numerosas actividades con Unicef como visitar un centro de acogida de niños migrantes en la frontera con EE.UU. o conocer "in situ" los programas de integración de los niños indígenas que se aplican en Chiapas (sur de México).
Venegas, que en 2010 tuvo a su primera hija Simona, fruto de su relación con el músico argentino Rodrigo García Prieto, es uno de los 25 líderes latinoamericanos que han puesto su grano de arena en una campaña de Unicef y Efe con motivo del 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, que se cumple el 20 de noviembre próximo.
Siempre comprometida, la cantautora no ha ocultado el dolor y la indignación que le produce la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, después de haber sido agredidos por policías.
"Que pueda suceder algo así, un crimen así, levantar a jóvenes de esa manera… A mí no solamente me indigna, siento esta impotencia y esta tristeza tan profunda de que seamos esto", afirma.
PREGUNTA: Como embajadora de Unicef, ¿cuáles cree que son los puntos sobre los que se debe poner más atención en el tema infancia?
Para mí la educación es una cosa importantísima. Un niño que no tiene una educación, no tiene un futuro. Tiene posibilidad de salir adelante, posibilidad de sobrevivir, pero es muy diferente su vida cómo la va a contemplar si tiene una educación, si tiene una base.
Si no la tiene, va a ser completamente diferente el camino que va a tener que tomar siempre basado en la necesidad, ni siquiera va a tener la posibilidad de desarrollar ambiciones.
P: ¿Y cuál cree que es hoy el estatus de la educación en México, los aciertos y fracasos?
R: El aspecto de la educación pública está completamente descuidado, se sabe bien que los sindicatos de alguna manera se han comido el aspecto de la educación (…) Llegas a escuelas y no hay ni siquiera baños, hay muchísimas escuelas rurales y escuelas públicas en toda la República que no tienen ni siquiera eso, y eso es terrible. ¿Como es posible que eso pueda suceder?, ¿cómo vamos a lograr que nuestro país mejore, si ni siquiera nuestros niños tienen lo mas básico (…), ni siquiera ellos (los sindicatos de docentes) se están preocupando por esos niños que tienen que educar?
P: ¿Cómo cree que afecta a los niños la situación de violencia existente en México?
R: Muchísimo yo creo, a todo el mundo nos afecta, un niño que tiene que vivir, digamos, que tiene incluso que atestiguar situaciones violentas, niños que están en peligro todo el tiempo, niños que ven a sus papás, a sus primos, a sus tíos morir o desaparecer… En ese sentido, creo que sí es definitivamente una vida completamente diferente (…) La manera en que la gente se puede sensibilizar es que todos fuimos niños, todos sabemos lo que es la infancia, todos sabemos lo impresionables que somos y lo desprotegidos que estamos, que necesitamos que alguien esté cuidándonos siempre y hay miles de niños que no tienen esa posibilidad.
P: Usted tuvo la oportunidad de visitar hace un tiempo las casetas migratorias en la frontera norte de México, a donde son llevados los niños sin papeles. ¿Qué sintió en esa visita?
R: Son niños que han crecido demasiado pronto, su mirada te lo dice, las cosas que te cuentan te lo dicen, porque están viviendo cosas, estar solo en un país que no conoces, que no conoces la lengua, tratando de cruzar ilegalmente, viviendo una cantidad de cosas que ni siquiera un adulto se imagina muchas veces… Que un niño lo tenga que vivir es una cosa increíble.
P: Como embajadora, ¿en qué te gustaría que Unicef trabajara en un futuro próximo?
R: A lo mejor no está bien que yo lo plantee, pero el tema de la música en las escuelas. El hecho de que los niños puedan tener un acercamiento a la música, es algo muy lindo. Los niños tienen una naturaleza muy afín, que es muy fácil para ellos hacer música y acercarse a la música y conectar con ella en todos los sentidos.
Un programa de instrumentos o algún tipo de taller de música para los niños estaría padre.
2014-11-01