Marjorie de Sousa es una de las actrices más reconocidas de la televisión venezolana, la rubia de 44 años ha atravesado diversos cambios físicos a lo largo de su carrera, y muchos de estos por problemas de salud.
En el año 2008 de Sousa comenzó a padecer de migrañas e inflamación en el rostro, aunque no sabía el motivo la situación cada vez empeoraba, de hecho una vez llegó a perder la visión por completo su cuello se irritaba y estaba incluso perdiendo el cabello, pero no determinaban la causa.
Su salud era una montaña rusa, habían días buenos y días malos, así pasaron los años, luego en 2017 supo que estaba embarazada, y su cuerpo experimento los cambios que toda madre tiene, algo que tenía muy contenta a Marjorie y salió en varias portadas de revistas.
Allá más tarde, en 2024 se sentía muy agotada físicamente por lo que finalmente tomó la decisión de retirarse los implantes mamarios y descubrió que todos los problemas de salud que venía presentado se debían a que su cuerpo estaba rechazando las siliconas.
En una entrevista con el Doctor Campod, la actriz confesó que le gustaba entrenar su cuerpo siempre que tenía una grabación próxima para lucir bien ante las cámaras.
Actualmente, luce un esbelto cuerpo delgado y definido, y constantemente se realiza sesiones de NAD+ que se trata de la administración de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+) al cuerpo, a través de una infusión intravenosa.
Para lucir su rostro de porcelana a sus 44 años, la actriz se somete a sesiones de madera amarilla con la finalidad de eliminar las manchas en la piel, además de mantenerse con entrenamientos físicos constantes.
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