EFE
Los premios Grammy Latino han dejado de ser el feudo de las grandes discográficas para reflejar los severos cambios que las nuevas tecnologías han generado en esta industria en la que poco a poco los músicos han ido ganando terreno a la industria.
El próximo jueves, la Academia Latina de la Grabación celebrará en Las Vegas la décimo quinta edición de estos galardones en la que, a diferencia de lo que ocurría en sus primeros años, la mayoría de las nominaciones corresponden a productoras independientes.
Según un estudio realizado por Efe con datos de la Academia, un 47% de las candidaturas que optan este año a uno de los gramófonos dorados tiene alguna vinculación con gigantes del sector como Sony, Universal, Warner o cualquiera de sus sellos, un porcentaje que en 2009 equivalía a un 50% y a un 60% en 2001.
Esta reducción simboliza la pérdida de influencia de las multinacionales musicales a la hora de marcar tendencias y se produce a pesar de las adquisiciones realizadas en la última década por esas compañías para mantener su liderazgo en el mercado.
Universal, Sony y Warner se dividieron entre 2011 y 2013 a su competidor EMI Records. Universal absorbió en 2008 a Fonovisa, la discográfica de referencia del género regional mexicano, y ese mismo año Sony tomó control sobre BMG, incluidas productoras como RCA y Ariola.
Paralelamente a esa concentración empresarial, la Academia Latina de la Grabación fue introduciendo cambios en los Grammy Latino para adaptarse a los nuevos tiempos, unas modificaciones que han facilitado una mayor representatividad de estilos musicales y artistas en estos premios.
Quince años después de su debut, los Grammy Latino cuentan con un 20% más de categorías que a su vez han crecido en número de candidatos -un 60% más-, y géneros como el pop y el regional mexicano han perdido peso frente al protagonismo de los ritmos urbanos y tropicales.
Ahora se reconoce la música cristiana, la alternativa y el trabajo del cantautor, y tiene más cabida la clásica, y los vídeos musicales.
Entre 2001 y 2014, el número de productoras representadas en los Latin Grammy se ha doblado.
Este incremento de los sellos independientes, muchos establecidos por los propios artistas para tener libertad creativa a la hora de hacer sus obras, se vio favorecido por plataformas como iTunes que desde su aparición en 2003 abrió la puerta de la distribución masiva a cualquiera, algo hasta entonces en manos de las discográficas.
Las grandes compañías aún poseen ventajas competitivas frente a los autores desconocidos, principalmente su aparato de mercadotecnia, pero los músicos independientes han sabido llegar a sus seguidores gracias a las redes sociales y a sus actuaciones en directo.
Un caso muy significativo es el de Palo!, una formación de Miami que tras once años de vida opta el jueves al gramófono dorado de mejor álbum tropical contemporáneo por su disco "Palo! Live", del sello discográfico Rolling Pin Music.
Palo! no es un grupo al uso. Sus cinco integrantes desarrollan sus proyectos propios y trabajan con otros artistas. No existe exclusividad. "Fue un capricho creativo", explicó a Efe su impulsor, el productor y pianista Steve Roitsein.
Su objetivo inicial tampoco fue ganar premios, ni tan siquiera vender muchos discos (desde 2003 han grabado solo dos álbumes), sino tocar "para gozar", comentó el percusionista Philbert Armenteros.
"Como músico cuando llevas mucho dentro de una banda hay monotonía, nosotros tenemos un sabor único, en vivo nunca hacemos lo mismo, las personas que bailan disfrutan y nosotros también. La música sola se impone", explicó Armenteros.
Palo! describe su obra como una fusión de sonidos afroamericanos y tropicales, y confía en que los Grammy Latino les otorgue una notoriedad que les permita llevar sus melodías el año que viene a Europa y América Latina.
Su cantante, Leslie Cartaya, estuvo nominada como mejor nuevo artista en 2013 a estos mismos galardones, lo que supuso un antes y un después para ella.
"Te da como un reconocimiento que antes no tenías. Cambia la proyección del producto. Ayuda", indicó la solista.
Respecto a las posibilidades de premio, el percusionista Raymer Olalde, que junto al saxofonista Ed Calle completa la banda, cree que es muy difícil, aunque no imposible imponerse en su categoría a rivales como Prince Royce y Carlos Vives, ambos artistas de Sony.
"Lograr la nominación es como haber ganado. Las disqueras siempre apoyan (a los suyos para lograr el premio) y los músicos que están dentro casi siempre defienden sus productos pero yo creo que las redes sociales han hecho un cambio y le están dando la oportunidad a gente como nosotros que somos independientes. Otra gente ha ganado. Puede ser que pase", añadió.
2014-11-18