Por Rowerth Goncalves | @rowerth92
Julia Roberts y George Clooney, juntos, en una comedia romántica es sinónimo de éxito y Pasaje al Paraíso cumple a cabalidad con ese enunciado. Una cinta que habla sobre la comunicación con los hijos, las decisiones que tomamos de manera forzadas y la búsqueda de libertad para cumplir los sueños.
Georgia (Roberts) y David (Clooney) están divorciados hace 25 años y no se pueden tolerar más de un minuto, pero tienen que asistir a la boda de su hija Lily, quién fue a Bali de vacaciones y encontró el amor en un balinés. Ahora ambos padres deben unir fuerzas para sabotear el matrimonio.
"Pasaje al Paraíso" tiene todos los elementos de las comedias románticas, pero funciona de gran manera y no se parece a las demás. La historia va desde lo que significan las tradiciones familiares y el sentimiento de libertad que puedes tener en un lugar alejado de la metrópolis. También es un claro reto a los padres que buscan imponer cosas a los hijos.
La química entre Roberts y Clooney no envejece, en realidad sostiene muy bien la película. El humor que le aportan ambos actores, la mirada penetrante de Julia y el carisma intrínseco de George engalanan la pantalla.
Aquí no se van al humor fácil, es más una cinta romántica con un humor bastante sutil que está más apegada al melodrama y las relaciones humanas. Utilizar Bali, un destino paradisiaco, fue la mejor opción y mostró la realidad de esa sociedad.
Las tradiciones son un punto importante en Pasaje al Paraíso. Por un lado, tenemos ese espíritu estadounidense de conseguir el éxito a cualquier costo y en el que no debes conformarte con algo menor y, por otro lado, todo el misticismo, religión e idiosincrasia del sudeste asiático.
Es una película que le pueden sobrar unos 10 minutos, pero que es una gran opción a nivel de comedia romántica. Es una de esas películas que volverás a ver muchas veces y siempre te sacarán una sonrisa.
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