Si alguna vez leíste o viste alguna película sobre Drácula, seguro sabes quien es Renfield, el sirviente del vampiro más famoso de la historia.
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Ahora 126 años después de la publicación de la novela, llega una película que deconstruye toda la historia y la coloca desde los ojos y vivencias de R.M Renfield sirviendo a Drácula en la actualidad.
Renfield está cansado de servir al Conde Drácula y asiste a un grupo de autoayuda en la actual New Orleans para poder liberarse de su relación tóxica…
Pero tendrá que enfrentarse a su mentor y a una banda de mafiosos que azotan la ciudad, todo esto tras conocer a una policía llamada Rebecca que quiere acabar con la mafia y la corrupción en la ciudad.
Hacer un Drácula que funcione en estos tiempos es complejo. Se han hecho tantas adaptaciones sobre el vampiro que nada podía sorprender, hasta ahora.
Renfield te cuenta una historia alterna a lo que conocemos, te habla de un hombre que está agotado de servirle a su neurótico maestro y apela a la terapia grupal.
Desde este punto de vista la cinta que está en clave de acción y comedia, muestra también cómo rebelarse ante las relaciones tóxicas que puedes vivir en tu día a día.
Es un largometraje que habla sobre la bondad y la maldad y como esta última es capaz de corromper a una ciudad completa
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La maestría de Nicolas Cage en Renfield
Las actuaciones en Renfield son geniales. Nicholas Hoult ofrece un papel increíble que tiene algunos dejos de aquel zombi que hizo en la cinta Warm Bodies (2013)…
Incluso Awkwafina hace un buen papel y no es tan irritable como en películas anteriores, pero quien realmente se roba la cinta es Nicolas Cage.
El veterano actor saca a la luz toda su capacidad y por qué no, su locura, para mostrar a un Drácula que fácilmente se puede sentar en la misma mesa de Bela Lugosi, Christopher Lee y Peter Cushing.
Ver a Cage es recordar su papel como Castor Troy en una de las películas más vistas por los venezolanos, Contracara.
El actor ha relanzado su carrera y Renfield no es la excepción. Aquí lo hace muy bien.
Renfield también es un homenaje al cine de vampiros y, en especial, a Drácula. En la película van a ver homenajes al Drácula de Lugosi, al de Lee y también a Cushing.
Todo esto enmarcado en una cinta con elementos de serie B que trae consigo un festival de gore con una estética absurda, pero con una historia muy bien contada.
Es una película para entretenerse, eso está claro. Aquí no vamos a ver batallas épicas medievales ni historias de amor y pasión desmedida.
En esta película lo que vamos a ver es sangre, peleas absurdas y un humor negro en una excelente dosis.
Chris McKay, director de películas de Lego es quien firma la cinta y la verdad en este paso a un cine más adolescente no desentona.
Renfield se puede colocar en la misma línea de Fright Night, la original y no el remake que todos quisiéramos borrar de la memoria:
Es una reinvención de un personaje que para muchos ya está gastado y que tiene una vida más gracias a un premisa original e interesante.
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