Por: Rowerth Goncalves
Resident Evil es uno de los juegos de video más importante de finales de los años noventa y el inicio del siglo XXI. La franquicia llevó los videos de horror a otro nivel y creó una legión de fanáticos. En 2002 se realizó la primera adaptación cinematográfica, una que no tenía nada que ver con el canon del juego, casi 20 años después llega una cinta que se puede catalogar como el máximo “fan service”, pero que extrañamente funciona.
Claire Redfield regresa a Raccoon City donde espera reencontrarse con su hermano Chris, quien forma parte de la policía de la ciudad. Ambos se criaron en el orfanato, un sitio que oculta un oscuro secreto que protege muy bien la corporación Umbrella. Cuando Claire llega se encuentra a un pueblo casi vacío y la gente que queda comienzan a transformarse en zombies. Ella junto a un grupo de policías deberán defenderse de las hordas para salvarse.
Es una cinta que podría llegar a ser genérica en el subgénero de zombies, pero la realidad es que Resident Evil: Welcome to Raccoon City (el nombre completo de la película) está hecha para fanáticos de la primera trilogía del juego que salió en 1996. Los escenarios, las secuencias, las armas, locaciones, personajes e historia están basado en el juego como si se tratara de un calco.
La experiencia es inmersiva. Hay un par de escenas que te meten de lleno como si estuvieras frente a tu consola con 12 años jugando un título que no podías jugar por el tema edad, pero que disfrutabas y en el que comenzabas a sudar cuando se te acababan las balas.
Esta nueva adaptación guste o no guste a muchos puristas es lo que muchos esperaban. Es un ejercicio de remembranza para los que pasaron horas tratando de encontrar una llave que abriera una puerta que tenía una horda de zombies.
¿Qué esperabas de Resident Evil?
En las adaptaciones de Resident Evil desde 2002 nos presentaron a Alice, un personaje que no pertenecía al canon del juego y que luego de mucho tiempo fue que se ganó el respeto de algunos fanáticos. Era algo totalmente distinto que salió en pleno apogeo del juego en Norteamérica, pero que Paul W.S. Anderson pudo resolver al final de esa saga de cintas.
En esta ocasión se presenta una cinta que raya en una apuesta de cine dominguero, pero que te entretiene. Si esperabas una cinta que compitiera en Cannes o en la temporada de premios, te equivocaste. Es una cinta con mil millones de cosas que puedes destruir, pero que en su concepción fue hecha para servir a los fanáticos.
Ahora si la historia fue bien contada, hay que ser justo, no, no lo fue. Tiene muchos momentos Deus Ex Machina y meter tres juegos en una sola película no es sencillo, aunque aún pienso que fueron dos nada mas y en una posible secuela se adaptará el tercero.
Resident Evil es una cinta que en su totalidad es un “fan service”, funciona por todo los “easter eggs” que trae y esa sonrisa que te saca por traer buenos recuerdos a tu mente. Como película es una función de “Cine Millonario” que te sentarías a ver un domingo en casa.
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