2001.com.ve | Deisy Martínez
Son 40 años de trayectoria y 66 de edad, pero uno de los cantantes de música llanera más emblemáticos de Venezuela no ve ni de cerca su retiro de los escenarios, al contrario, asiente, hay Reynaldo Armas para rato. El apoyo del público que nunca falta a cada una de sus presentaciones lo motiva.
Se confiesa un poco pesimista por la situación actual del país pero no significa que haya dejado de trabajar un día por seguir impulsando el folklore venezolano pese a los obstáculos. También se declara listo por si desde una acera distinta a la música se le convoca para trabajar por el rescate de la nación.
¿Artísticamente, por dónde se está moviendo Reynaldo Armas?
Me estoy moviendo en cualquier escenario porque lamentablemente en Venezuela se han reducido considerablemente por el tema político, y no solo a mí sino a cualquier artista. Mi caso es particular porque tengo un “veto” por parte del Gobierno desde que me monté en la tarima durante el concierto por la ayuda humanitaria en Cúcuta, en febrero.
En Venezuela estoy haciendo presentaciones privadas, matrimonios, cumpleaños, fiestas de cualquier tipo, menos públicas. El 14 de septiembre de este año no me dejaron subir a una tarima en Barquisimeto porque era algo del Estado, por eso trabajo más en Colombia y en otros países donde las fiestas públicas no tienen que ver con la política, actualmente afuera está el 70% de mi trabajo. Hago cositas acá impulsadas por mi equipo, por mí mismo.
Estamos redescubriendo un camino, el que hice hace 40 años cuando llegué a Caracas y empezamos a trabajar en sitios pequeños, cervecerías, discotecas, en lugares que albergaban desde 80 hasta 200 personas hasta que nos fuimos abriendo. Actualmente hacemos algo parecido, buscamos un restaurante de mediana capacidad, 300, 400 personas, lo hacemos a riesgo porque sabemos que tenemos público, hay una cantidad de gente que nos quiere ver yescucharnos pero no hay una tarima oficial que nos presente y tenemos que inventar.
Con esa estrategia estamos reactivándonos porque si no lo hago la gente piensa que me retiré, entonces movemos las redes sociales, el público asiste y constata que la situación está normal conmigo y quizás mejor porque estoy haciendo shows que no hacía desde hace 20 años. Por ejemplo, si estoy solo no lo hago de 40 minutos ni de una hora sino de tres horas y le doy candela porque tengo bastante repertorio y la gente sale más contenta, estamos logrando algo bien interesante.
Hace poco, el 18 de octubre canté en el (hotel) Eurobuilding dos horas 20 minutos y la gente pidió más, me monté de nuevo e hice 40 minutos, en total 3 horas, quedaron canciones por cantar porque el repertorio es muy amplio, son más de 400 canciones que tengo grabadas a lo largo de cuatro décadas y media, es mucho el éxito que se ha logrado.
¿En general cómo está el mercado venezolano para los artistas criollos?
El mercado venezolano está muy bien, solo que no se hacen esos eventos que se hacían desde hace 20 años, como Atardecer Llanero o Amanecer Llanero a los que iba una cantidad de gente increíble, ahora están politizados con una intención. Eso es como cuando viene una elección: montan un espectáculo pero con fines proselitistas, lamentablemente los últimos años se ha hecho así. Ahorita en diciembre y febrero vienen muchas ferias típicas del país, la de Valle de la Pascua (Guárico) y no hay patrocinio, las marcas que eran muy tradicionales y que apoyaban estos eventos ya no existen, fueron expropiadas y los recursos no dan para financiar una feria como tal, muchos artistas no tienen ese apoyo por parte de la empresa privada que antes sí lo teníamos, entonces el único que patrocina es el Estado y este cada vez se minimiza más, se politiza más. Es la triste y cruda realidad.
Empezó muy joven a cantar, ¿qué destaca de toda su carrera?
He sentido un éxito total, he trabajado mucho, son bendiciones que la vida me ha dado, no puedo quejarme, tengo que agradecer diariamente que aparte del apoyo, Dios todopoderoso me ha dado la fortaleza, el talento, la capacidad para estar allí.
El público me ha acompañado y es parte de esas bendiciones, mientras me siga apoyando seguiré haciendo canciones, cantando en las tarimas, recorriendo mundo, dando lo que debo dar. No está en mis proyectos desactivarme ni dejar de escribir, incluso estoy preparando una producción de 8 temas para participar el año que viene en el Grammy Latino, para inscribirla antes del 31 de marzo que es la fecha tope: venimos con temas nuevos, inéditos, míos y eso significa que todavía estoy en capacidad de producción, estoy buscando cada día mejores estrategias para entrar en el mercado porque con la habilidad, el conocimiento, la experiencia y la madurez que uno tiene hoy en día las temáticas están muy bien definidas, cuando uno lanza una canción uno sabe a qué público y a qué situación va dirigido y va cargada de la contundencia necesaria porque no es como antes que uno escribía a ver qué pasaba, hoy día uno sabe más.
¿Es lo que le ha permitido mantenerse vigente?
En gran parte sí, porque uno sin estrategia puede llegar pero no con la contundencia que debería. Pienso que la experiencia que la vida le ha dado a uno es lo que contribuye a que haya certeza en el planteamiento cuando hace una canción, cuál puede ser el alcance y de qué manera hay que prepararlo.
Son 31 discos, no grabo desde 2017, el último fue Repasando distancias que fue lanzado en 2018. Pienso seguir grabando, ahorita viene el disco de por lo menos 8 temas, el Grammy los acepta mínimo de 6. Ya tengo todos los temas listos, tengo grabado la maqueta de cuatro de ellos, voy incluso a grabar algunos temas viejos con el mismo género pero añadirle cosas como cuerdas, para hacerlos más internacionales. Espero tenerlo listo el año que viene.
¿Cómo le fue siendo candidato a la gobernación de Guárico en 2008?
Es uno de los episodios más importantes en mi vida porque de pronto yo tenía una visión de los políticos antes de eso y otra después, me metí tanto en el tema que de allí para acá no quiero nada con políticos. Antes los veía como unos líderes que resolvían problemas, que ayudaban a la gente, eran unos personajes muy respetados para mí; pero después que me metí vi que eran simples aprovechadores de la gente, hay unos que sí están preparados y tienen sensibilidad humana para aportar lo mejor de sí, pero la gran mayoría no, aprovechan la filosofía de la política para hacer sus propios negocios, y esto pasa de lado y lado.
¿Pero la política es un capítulo cerrado o lo volvería a intentar en otra circunstancia?
No digo que es un capítulo cerrado porque tengo mi inquietud por el país y si aquí viniera algo de emergencia, que se necesite la participación de uno, yo no me puedo negar, con el conocimiento que tengo no puedo hacerlo: yo tendría que aportar lo que sé para buscar un mejor camino para Venezuela, con eso no quiero decir que me voy a lanzar como candidato pero a la hora de que se necesiten personas a las que les duela este país lo haría gustosamente porque quiero aportar algo.
¿El restaurant Rucio Moro cerró en el año 2012, buscó otras oportunidades de negocios?
El país no está para inventar cosas, si tuviera algo montado creo que sí funcionaría pero hacer una inversión de ese tipo tan grande, sin saber hacia dónde va el país, sin tener una certeza de cuál puede ser la respuesta, no. En Rucio Moro hubo una falla muy grande, yo tenía unos socios portugueses que querían irse del país y buscaron negocios al negocio y lo sacrificaron, entonces yo solo no podía. Intenté buscar otros socios, amigos, pero no se pudo, entonces tuvimos que vender y lo hicimos con mucha lástima, yo no estaba en Venezuela en ese momento. El caballo (que adornaba la entrada) está guardado en una casa en El Hatillo.
En el país no hay garantías, hay un problema grave, que inviertes y no sabes hacia dónde vas ni qué pasará mañana, eso te trunca todas tus aspiraciones, no se respeta la Constitución: cualquiera puede amanecer un día y decir ‘la ley es esta’ y lo dejan a uno con los crespos hechos, entonces no se puede invertir así porque es el sudor de tu vida lo que está en juego.
¿Que mensaje le envía a las nuevas generaciones de artistas?
Les digo que no desmayen en su empeño de hacer las cosas, de escribir, cantar, grabar porque la música sigue siendo la música, el lenguaje más universal que existe y que no todo termina aquí. El hecho de que no tengamos escenarios apropiados no significa que debemos bajar la guardia, tenemos que seguir trabajando, aportándole a nuestra música, al folklore venezolano, a seguir construyendo cosas, a seguir montándonos en la evolución de nuestra cultura y mucha disciplina.
2019-11-16
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