2001.com.ve| AFP
Rosalía actuó el pasado martes en París en una sala que se quedó pequeña para contener la energía de este fenómeno mundial, mezcla de dinamita, voz angelical y "girl power".
La capital francesa era una de las últimas escalas de la actual gira de la española, a punto de culminar "el año más feliz de su vida", confesó a las 2.500 personas que la corearon en la Sala Pleyel.
Francia, donde hasta ahora solo había actuado en un festival en junio a las afueras de París, es uno de los mercados todavía por conquistar para esta artista que arrasó en los Grammy Latino y acumula cifras vertiginosas en en YouTube: su video "Con Altura", con J Balvin, se ha visto más de 1.1 00 millones de veces.
Pero más allá del éxito digital, que también se mide por los 7 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, Rosalía dejó ensimismado a un público por la fuerza de su voz, la electricidad de sus coreografías y el aplomo de una artista que solo tiene 26 años.
Todo ello, contrastado además con la naturaleza casi infantil de su risa.
"Es una guerrera, encarna el +girl power+", dijo Mathilde, una parisina de 29 años.
La complexión más pequeña de las bailarinas que enmarcaban sus movimientos,ensalzaba su grandeza física y simbólica.Rosalía dominaba el escenario con gestos determinados, encarnando la imagen de la mujer que tomó los riendas en el siglo XXI.
Desgarro a capela
Afirmó debérselo todo al flamenco que descubrió a los siete años y a su maestro Chiqui de la Línea, a quien le dedicó la canción "Catalina", a capela.El desgarro con el que la interpretó hizo enmudecer al público.
Pero en los siguientes temas, un remix de flamenco, música urbana, electrónica y R&B, los asistentes la acompañaron con palmas, vibrando con esta artista arrolladora que les trasportaba a otro mundo mientras desfilaban imágenes envolventes en la pantalla gigante.
"Todo es fantástico: la música, la coreografía, la iluminación, ella", dijo Dominique, de 36 años, resumiendo el entusiasmo de los asistentes, jóvenes, cosmopolitas, españoles o franceses y algún que otro anglófono.
Rosalía firmó un espectáculo cuidado hasta el último detalle, pero a diferencia de muchas divas, no se cambió ni una sola vez.
Actuó vestida con un body blanco con mangas verdes abombadas y luciendo su melena azabache en perpetuo movimiento por un ventilador.Sus icónicas uñas de gel volvieron a decorar sus manos después de aparecer sin ellas en una foto en Instagram, dando que hablar a las redes sociales.
La cantante barcelonesa, que habló sobre todo en inglés, pese a que algunos la invitaban a dirigirse en español, se despidió con su éxito "Malamente", deseando volver pronto a París.Seguramente en una sala más amplia.
Este mes actuará en España y Reino Unido en conciertos con entradas ya agotadas, a la espera de saber si hará historia el 26 de enero en los Premios Grammy, en los que fue nominada a mejor artista nueva y mejor disco latino de rock, urbano o alternativo.
2019-12-04
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