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El provocador Sacha Baron Cohen relanzó su programa de entrevistas hilarantes y antes de que cualquiera cuestione la inteligencia detrás de esa decisión, hay que reconocer la simple perseverancia no solo del presentador, sino de sus invitados.
Quince años después de que el comediante británico llegara a Estados Unidos como un desconocido engañoso para gastarle bromas a todos, de Donald Trump a Edwin "Buzz" Aldrin, todavía se da el lujo de engañar apersonas que ya deberían conocerlo.
El primer episodio, el único que Showtime permitió a los periodistas reseñar, mantiene la fórmula probada por Baron Cohen: crear un montón de personajes excéntricos con maquillaje prostético y acentos raros y liberarlos ante un público inocente, sea de derecha o pueblerino. La verdad es que el segundo episodio de "Who Is America?" es mejor que el primero y la humillación de algunas figuras públicas es realmente asombrosa.
Es notable que todavía haya gente que caiga en esta trampa. El equipo de Baron Cohen merece el crédito por llevar engañados a políticos hasta la ruina. Si el conservador provocador James O’Keefe tiene que meter a escondidas su cámara, Baron Cohen usa la suya como un cebo. Por qué alguien se sienta para una entrevista de televisión a estas alturas es un misterio.
Baron Cohen no está interesado en confrontar a sus entrevistados de frente o a deshacerlos como en "60 Minutos"; solo busca aprovechar el humor absurdo de aquellos que están absolutamente seguros de que están en lo cierto.
Muchos de sus entrevistados se arrepentirán para siempre del día en el que aceptaron entrevistarse con este camaleón y tentador que saca lo peor de ellos ante la cámara, pero solo podrán culparse a ellos mismos. A fin de cuentas, él estaba ahí mismo, oculto frente a ellos.
2018-07-19
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