Shailene Woodley se convirtió en ídolo juvenil después de protagonizar Bajo la misma estrella. Su popularidad en Hollywood crece vertiginosamente, al punto de que ya la comparan con la ganadora del Oscar Jennifer Lawrence.
La californiana no es nueva en este negocio, pues desde los 4 años de edad aparece en comerciales y actúa en televisión. Ahora, a los 23 años, regresa a las pantallas como Tris Prior, la protagonista de la saga Divergente, basada en los exitosos libros de Verónica Roth.
—¿A qué atribuye el éxito de Divergente?
—Aunque la humanidad tiende a ver el futuro con pesimismo, siempre se tiene esperanza de que todo va a salir bien. La historia del mundo la escribimos día a día. La saga Divergente muestra lo que puede pasar si se toma el camino equivocado e Insurgente cómo el destino depende de las acciones.
—¿Se siente identificada con su personaje?
—En gran parte, sobre todo porque Tris es muy osada y, como le pasa a ella, los desafíos son un botón de despegue en mi personalidad.
—A pesar de la adversidad, Tris no deja que otros salgan heridos…
—Ella proviene de la facción de la Abnegación, que valora el dar todo sin egos, y esa estructura de su personalidad hace que les dé prioridad a las personas que la rodean antes que a ella misma.
—Insurgente fue exigente en las escenas de acción. ¿Hubo alguna especial?
—Hay una secuencia en la que Tris corre hacia una casa donde hay una especie de muro que comienza de manera paralela al piso y termina en forma perpendicular. Tengo que correr a través de él, agarrar una polea y escalarlo. Aunque no hubo ningún peligro, verla hace que el corazón empiece a latir con más fuerza.
—La relación entre Tris y Four se hace más fuerte en Insurgente. ¿Es mejor estar soltero o en una relación?
—Tener compañía es algo de lo que no se debe privar la vida; al contrario, debe ser algo que le dé más valor. Pero me siento bien como estoy. Me gusta compartir con mis amigos, que son como el pastel de la vida. Y si llega una buena compañía, que sería como la crema de ese pastel, pues bienvenida./ Mario Amaya/ El Tiempo/GDA
2015-04-05