El pasado 28 de mayo, la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho y el cantautor Horacio Blanco se unieron una vez más para presentar Sinfonía Desordenada en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño.
Bajo la batuta de Elisa Vegas, el concierto contó con grandes éxitos de la banda Desorden Público fusionados con música clásica que crean un ritmo bastante ameno.
Fanáticos de Allá Cayó
A partir de las 6:00 p.m. fanáticos de la Orquesta Sinfónica Ayacucho y Horacio Blanco llegaron de manera progresiva a las instalaciones del Teatro Teresa Carreño, el cual contiene una hermosa infraestructura con obras de Jesús Soto.
Los asistentes mostraron el código QR de sus entradas y pasaron por el detector de metales.
Tras acceder al segundo piso, las personas se podían fotografiar con carteles de Sinfonía Desordenada.
En entrevista con el Diario 2001, una señora de 54 años de edad, quien no quiso revelar su nombre, expresó que estaba muy contenta por ver a ambos en concierto aunque no era la primera vez que escuchaba estos ritmos de ska con música clásica mezclados.
"Ya oí algunas canciones del álbum y me gustaron mucho. Entre los sencillos que más espero hoy, se encuentran Danza de los Esqueletos y Allá Cayó", señaló.
Al ingresar a la sala Ríos Reyna, el protocolo del evento organizó a cada individuo en sus asientos.
Inicia la Sinfonía Desordenada
A las 7:15 p.m. se escuchó el "La" del oboe para afinar la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, sin embargo, el telón seguía cerrado.
Cinco minutos más tarde abrió la cortina negra entre luces y música desordenada o algo abstracta, como se percibió, de la orquesta que luego fue consiguiendo su sincronía (todo esto de manera intencional) para darle apertura con un fuerte aplauso de la multitud al vocalista de Desorden Público, Horacio Blanco, con su particular peinado, para interpretar su exitoso tema Allá Cayó.
Por su parte, Elisa Vegas dio brincos en el podio mientras dirigía; además, sorprendió a la audiencia al llevar el cabello totalmente distinto, con trenzas africanas, y un traje abstracto de camisa negra con falda del mismo color con toques blancos.
De inmediato, se observó a cada fanático de edades comprendidas entre 20 y 70 años, bailar y cantar desde sus butacas.
Con una buena producción audiovisual y juego de luces, Horacio le dio la bienvenida al público caraqueño a la sala. Así como también, explicó que el concierto se basaba en tres movimientos: La Ruptura, La Partida y El Abrazo.
Los segmentos contienen diferentes canciones y temas inéditos de Desorden Público.
La Ruptura
Entre una orquesta de 80 músicos en escena, aproximadamente, muchos de ellos con lentes de sol como rockstars, Horacio Blanco cantó Peces del Guaire.
Cabe destacar que, en las pantallas se proyectaba un corazón que latía, distintivo de Sinfonía Desordenada; incluso el también locutor, daba una breve explicación de cada canción, cómo surgió y por qué eran parte de ese movimiento, entre ellas estaban: El Racismo es una Enfermedad y Valle De Balas.
Blanco contó una historia muy particular, sobre el Teresa Carreño, donde según explicó, se encontraba un cementerio antes de su construcción; allí se vio venir el siguiente single a interpretar, Danza de los Esqueletos.
La Partida y José Gregorio Hernández
En el segundo movimiento, se profundizó sobre la diáspora y colocaron videos de distintos criollos, en el país y en el exterior, diciendo sus cosas favoritas de Venezuela y qué extrañan de ella.
En ese sentido, el vocalista del desorden, conmovió a los presentes: "Si tenemos uno de los cuatro cuartos de la casa vacíos, ¿Qué somos?".
"Una persona puede responder esto, tú, cada uno de nosotros… Venezuela desesperadamente busca un cause", agregó para llamar a la reflexión y a ser mejores ciudadanos, como también contribuir a una mejor sociedad para Los que se quedan, los que se van… "algún día volverán".
Además, hablaron de venezolanos ejemplares, como el beato Dr. José Gregorio Hernández, a quien por ser un hombre de bien y trabajador, le cantaron un tema creado por Horacio Blanco en 24 horas, Haz el bien.
El Abrazo
Luego de una alabanza a las guacamayas que se ven en la capital, Elisa Vegas hizo un cambio de vestuario con un conjunto muy colorido e interpretaron El Tumbao de Simón Guacamayo.
En este tema, destacaron solistas como Aarón Cabrera que incluso bailó con su trombón.
Asimismo, Elisa Vegas y Horacio Blanco incorporaron al público en la presentación musical, poniéndolos a cantar a dos voces.
"¿Vieron lo fácil que es ponernos de acuerdo?", preguntó Blanco luego de realizar la dinámica con la sala entera, para luego finalizar con un gran abrazo entre todos.
"Debemos abrazarnos más y discutir menos, así construiremos un mejor país… es más, ¡abracen a la persona que tienen al lado!", instó el músico.
El concierto finalizó a las 9:50 p.m. con una gran ovación de los caraqueños. Otros de los sencillos interpretados fueron Skapate y Combate.
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