Karen Ramírez
Participar en el Miss Venezuela, en esta edición 2017, no fue el sueño de las 24 candidatas que aspiran a la corona que ostenta keysi Sayago. Hay quienes, antes de entrar en las filas del certamen de belleza más importante del país, veían con malos ojos un concurso que tildaban de “frívolo”.
Miss Sucre, de 24 años, nunca se vio como miss. Es abogada, directora de una orquesta sinfónica en Washington D. C. y abogada de profesión. La situación país la arropó así que decidió irse a otras latitudes, al igual que muchos jóvenes venezolanos que emigraron para buscar mejores oportunidades. Sin embargo, Zharat Bruzual regresó para sumarse una nueva experiencia de vida y dice sentirse satisfecha.
Megan Beci estuvo a punto de irse también, su destino era España, donde cursaría estudios de arte dramático, pero lo pensó dos veces y pospuso su viaje para poder participar en la noche más linda del año representando al estado Amazonas.
Es por eso que no coinciden con la opinión que muchos detractores tienen sobre hacer la edición número 65 del Miss Venezuela. “Para nadie es un secreto la situación que atraviesa el país, pero para todas aquellas personas que piensan que no se debería celebrar un evento de belleza, porque lo consideran innecesario, quiero que sepan que somos un grupo de personas que apuestan a Venezuela y queremos construir un futuro mejor, dar nuestro grano de arena para llevarle felicidad a las personas en casa, en medio de tantos problemas. Nosotras hacemos entretenimiento.
En medio de su preparación, a Miss Miranda la robaron cuando iba a su casa. Y es que los amigos de lo ajeno no la pelaron y le quitaron sus pertenencias, pero lejos de sentirse mal y querer tirar la toalla, es una de las chicas con más energía en el grupo.
Un día como miss. Más que La Magia de ser Miss, las 24 candidatas pasan semanas de sacrificios que, al fin y al cabo, se notan la noche final.
“Mi día empieza a las 4:00 de la mañana, para hacer las comidas y poder llevar una dieta sana, para no dejar de comer. Antes de ir a la Quinta (Rosada) nos arreglamos, porque no podíamos ir cara lavada: una miss siempre debe llegar bien arreglada, elegante y en tacones. Allá empezamos a ver clases de oratoria, pasarela, de acting para TV y cualquier otra actividad extra que tengamos. Mi día termina en el gimnasio, a las 7:00 de la noche, paso ahí dos horas y llego a mi casa como a las 10:00, tomo una hora antes de dormir para las redes sociales e interactuar con mis seguidores”, detalló la candidata de Bolívar.
Fotos: BDA
2017-09-25