La industria del entretenimiento se estremece con la partida de Kelley Mack, la actriz estadounidense que se convirtió en un rostro querido del universo The Walking Dead.
Mack falleció a los 33 años tras batallar durante años contra un agresivo tumor cerebral. La noticia fue confirmada este 5 de agosto por su familia, que la acompañó en sus últimos momentos junto a su madre Kristen y una tía.
La actriz, que se caracterizó por su espíritu resiliente y su pasión por las artes, mantuvo su enfermedad en privado, mientras seguía trabajando en varios proyectos de cine y televisión.
De Cincinnati al mundo: el talento que prometía conquistar Hollywood
Nacida el 10 de julio de 1992, Kelley Mack no solo brilló como actriz. Se graduó en cinematografía en la prestigiosa Universidad Chapman y comenzó su carrera en 2008 con el corto The Elephant Garden, premiado en el Festival de Tribeca.
Sin embargo, fue su aparición como Adeline en la novena temporada de The Walking Dead la que la catapultó a la fama. Allí, dio vida a una sobreviviente del refugio Hilltop, ganándose un lugar especial en el corazón del fandom zombie.
No solo actriz: también directora, productora y voz de grandes marcas
Kelley no se quedó en la actuación. A lo largo de su carrera acumuló más de 35 créditos como actriz y al menos cinco como productora. También participó en conocidas series como Chicago Med, 9-1-1 y en filmes como Broadcast Signal Intrusion y Delicate Arch.
Fuera del set, su voz e imagen fueron parte de campañas de marcas como Chick-fil-A, Dr. Pepper y Dairy Queen, mostrando su versatilidad frente a la cámara.
Hoy, Hollywood llora a una artista en pleno ascenso, una guerrera silenciosa que jamás dejó de soñar.
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