El ministro australiano de Inmigración, Brendan O’Connor, propuso hoy reactivar con Malasia el plan para intercambiar solicitantes de asilo por refugiados, tras el rescate de un barco en el que murió un centenar de inmigrantes.
Las autoridades de Sri Lanka rescataron el fin de semana a 32 birmanos que habían quedado varados dos meses a alta mar y en el que se presume que murieron otros 98 inmigrantes, cuyos cadáveres fueron arrojados por la borda por sus compañeros.
O’Connor admitió que el barco se dirigía hacia Australia y dijo que espera recibir más detalles sobre el rescate de las autoridades de Sri Lanka, que divulgaron unas fotografías de algunos de los sobrevivientes.
"Gente flotando, raquítica y cien personas que pueden haber muerto. Esto tiene que terminar", dijo O’Connor al periódico The Australian.
El ministro culpó de estos sucesos a las mafias que "atraen a esa gente a subir en barcos inseguros, les engañan, les quitan los ahorros y a veces, también, la vida".
Por eso, O’Connor pidió a la oposición que reconsidere su rechazo al polémico y fallido plan denominado "Solución Malasia" para el intercambio de 800 inmigrantes que buscan asilo en Australia por unos 4.000 refugiados en centros malasios.
El programa fue desautorizado por la justicia australiana ante la falta de garantías legales para los inmigrantes en Malasia, país que no ha firmado la convención de la ONU para los refugiados.
Australia retomó en agosto otro plan, iniciado la década pasada, con la apertura de centros en Nauru y Papúa Nueva Guinea donde confina a los inmigrantes ilegales que intercepta antes de que entren en el país para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.
Unos 33.000 inmigrantes indocumentados han intentado llegar a Australia en busca de asilo desde que el Partido Laborista asumió las riendas del Ejecutivo en 2007. /EFE