El presidente de Francia, François Hollande, defendió hoy el compromiso presupuestario logrado por los gobiernos de la Unión Europea (UE) y aseguró que es el más ambicioso que podía lograrse dadas las demandas de austeridad de un buen número de países.
"El acuerdo es un buen compromiso en las circunstancias en las que estamos", dijo Hollande en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.
Para el presidente francés, el pacto supone un equilibrio aceptable entre su postura y la defendida, en el otro extremo, por el primer ministro británico, David Cameron.
"El acuerdo no responde a todo lo que habríamos querido, pero sí a los compromisos que yo había hecho ante el Parlamento Europeo y ante los franceses", afirmó Hollande.
Según el jefe del Estado francés, los 960.000 millones de euros en los que quedan fijados los compromisos para el periodo 2014-2020 son la cifra "más alta que era posible obtener" y se sitúan en línea con sus demandas.
En el caso de los pagos, que quedan en 908.000 millones de euros, Hollande opinó que la cifra es demasiado reducida, pero explicó que la aceptó debido a la cláusula de flexibilidad introducida, que permitirá garantizar que la UE pueda hacer frente a sus facturas.
Para el jefe del Elíseo, el primer objetivo era lograr 930.000 millones, una cifra que rebajó a 913.000 millones durante la noche de negociaciones, en las que el Reino Unido exigía una cifra de pagos por debajo de los 900.000 millones de euros, tras haber solicitado anteriormente 885.000 millones.
"Cada uno dirá quién ha logrado más", señaló Hollande, que destacó que, si la UE hace uso de esos 908.000 millones de euros durante el periodo 2014-2020, gastará más de lo que se desembolsó en los siete años precedentes, a pesar de que las cifras globales se recortan.
Hollande se dio por satisfecho con los compromisos obtenidos en las áreas que más interesaban a Francia, como la agricultura, la cohesión o las ayudas a los más desfavorecidos.
También destacó como positivo el recorte de los cheques de varios países, lo que, indicó, permitirá a Francia ahorrar 140 millones de euros anuales por esa vía.
Recordó que ahora el texto queda en manos de la Eurocámara y que será necesario negociar y tratar de convencer a los eurodiputados, que ya han advertido de que no les gusta el compromiso.
El presidente francés insistió en que era necesario obtener un acuerdo, tanto para mantener la credibilidad política de la UE como para impulsar políticas que deben ayudar, sobre todo, a los países que más están sufriendo la crisis como España, Portugal, Grecia o Italia.
"Se trataba de lograr que todos los países se sintiesen ganadores", subrayó Hollande, quien dejó claro que, si un solo Estado se hubiese sentido "perdedor", habría vetado el acuerdo.
Sin embargo, lamentó que "Europa, como tal, no ha ganado todo lo que era posible", dados los importantes recortes aplicados a la propuesta inicial de la Comisión Europea. EFE