Manifestantes bloquearon hoy el acceso a la Ciudad de Colón, 80 kilómetros al norte de la capital panameña, para exigir al gobierno el cumplimiento de un pliego de demandas elaborado tras los incidentes registrados en 2012, en el que murieron cuatro personas.
Activistas del Frente Amplio por Colón (FAC) quemaron neumáticos y cerraron el acceso a la ciudad, la segunda urbe económicamente más importante en este país, donde hay importantes puertos navieros y tiene su sede la Zona Libre de Colón, que reexporta mercaderías a Latinoamérica y el Caribe.
Los manifestantes reclaman la aprobación de un presupuesto de 500 millones de dólares para atender las necesidades habitacionales y de empleo en Colón. Al respecto, el ministro de Gobierno, Jorge Fábrega, dijo que el pedido “suena bonito”, pero que no hay dinero.
Felipe Cabezas, uno de los dirigentes del FAC, afirmó que la población ha salido a defender su dignidad y exigir respeto.
Por su parte, Edgardo Voitier, integrante del FAC, denunció que en dos ocasiones representantes del oficialismo le han ofrecido dinero (soborno) para que baje el tono de los reclamos al gobierno del presidente Ricardo Martinelli.
El dirigente consideró como una “burla” las insinuaciones para que traicionase a los sectores empobrecidos de Colón, que en 2012 obligaron al gobierno a derogar la ley 72, que autorizaba la venta de las tierras de la zona franca panameña.
A su vez, Martinelli abogó por el diálogo con la mediación de la Iglesia Católica y negó que Fábrega haya fracasado como negociador en el manejo de las protestas en Colón, en conflictos territoriales surgidos en comarcas indígenas y una huelga del Cuerpo de Bomberos.