El número de estadounidenses que quiere un endurecimiento de las leyes sobre armas ha crecido considerablemente, según una encuesta publicada hoy por Gallup, en el día en que se cumple un mes de la muerte de 20 niños en una masacre en una escuela que ha abierto un debate sobre el tema en el país.
De acuerdo con el sondeo, el 38 por ciento de los estadounidesnes no están satisfechos con las leyes sobre armas del país y quieren que sean endurecidas, frente al 25 por ciento que tenía esta opinión hace un año. Es la cifra más alta además desde 2001.
Con todo, denota Gallup, el número de norteamericanos que se consideran satisfechos con la actual legislación sigue siendo mayor, 43 por ciento. Un 5 por ciento mientras tanto considera incluso que deberían ser más relajadas aún.
La encuesta se conoce en el mismo día en que se conmemora un mes de la masacre en la escuela de primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, en la que murieron 20 pequeños.
Poco después, el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó a su número dos, Joe Biden, que formara un grupo de trabajo que en las pasadas semanas se ha reunido con diversos sectores relacionados con las armas. Según anunció el propio vicepresidente, mañana martes le presentará al mandatario una serie de "recomendaciones" sobre cómo controlar mejor la violencia de las armas.
El tema es muy espinoso en un país que tiene consagrado en su Constitución el derecho a portar armas. La todopoderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), una organización muy influyente en amplios sectores de la política, ya ha anunciado su intención a oponerse a intentos de la Casa Blanca por controlar las armas.
Los que están a favor de un mayor control mientras tanto exigen, entre otros, la reinstauración de la prohibición de armas de asalto que expiró en 2004, si bien hasta ahora se desconoce si este punto figura dentro de las "recomendaciones" de Biden.
En coincidencia con este primer mes de la masacre de Newtown, padres y otros familiares de las jóvenes víctimas en Connecticut lanzaron hoy la "Promesa de Sandy Hook", una organización que pretende entre otros "sumar a todos los estadounidenses para que apoyen soluciones integrales que hagan a nuestro país más seguro frente a similares actos de violencia".
Asimismo, la organización llama a un "diálogo nacional" sobre "salud mental, seguridad en las escuelas y responsabilidad frente a las armas".
"No hacer nada ha dejado de ser una opción", dijo Tom Bittman, cofundador de la organización, en un comunicado.
"Los niños tienen derecho a despertarse por las mañanas sin temor a ir a la escuela. Y los padres se merecen saber que cuando sus hijos van a la escuela, van a regresar a casa", agregó.
Al lanzar la iniciativa en un acto en Newtown, la madre de una de las víctimas afirmó que el objetivo es que actos como el que sucedió en Sandy Hook no se repitan jamás.
"No quiero tener que consolar a otros, no quiero que algo así vuelva a producirse", dijo con la voz tomada por la emoción.
Entretanto, desde Baltimore, cerca de Washington, el alcalde de Nueva York y uno de los mayores defensores de un mayor control de armas, Michael Bloomberg, exigió más acciones en este campo, como ha venido haciendo desde la masacre de Newtown.
Al inaugurar este lunes una conferencia de dos días en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health en Baltimore, el alcalde neoyorquino reclamó controles más rigurosos a la hora de adquirir armas, que el tráfico de armas sea considerado un crimen federal y que la Casa Blanca limite las armas de tipo militar. /DPA