El traslado a una clínica del encarcelado ex presidente peruano Alberto Fujimori estaba programado desde tiempo atrás y no corresponde a una emergencia, aclaró hoy el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), José Pérez Guadalupe.
Pérez Guadalupe señaló que, tal como estaba previsto de antemano, Fujimori permanecerá internado mientras se le practican exámenes rutinarios.
El jefe del Inpe desmintió así al abogado del ex presidente, William Castillo, quien afirmó que el traslado, el viernes, obedecía al maltrato sufrido por el reo el jueves, cuando debió asistir al inicio de un nuevo proceso judicial por corrupción.
Ese día, Fujumori, de 75 años, quien suele llegar elegantemente presentado a las audiencias, lució demacrado. Estaba vestido con ropa informal, holgada y descuidada y llevaba el cabello largo y sin peinar. Sus movimientos eran lentos y se hizo medir la presión con un tensiómetro llevado por el mismo. La sesión se suspendió.
Adversarios de Fujimori aseguran que se trataba de una estrategia para generar conmiseración y las redes sociales se llenaron de comentarios de burla por el supuesto "show". Los fujimoristas, por el contrario, dijeron que las imágenes confirmaban el deterioro de la salud de su líder.
El presidente Ollanta Humala se abstuvo de hacer hoy comentarios de fondo sobre el tema, pero dejó entrever su parecer al afirmar que cualquier acusado "es libre de trazar su estrategia mediática".
Fujimori, que desde 2007 paga una condena de 25 años de cárcel como autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros, sufre de depresión aguda y de hipertensión y tiene que ser revisado permanentemente por lesiones que le salen en la boca y que de no ser tratadas pueden convertirse en cáncer.
El nuevo juicio obedece a la utilización de al menos 122 millones de dólares extraidos de los fondos de las Fuerzas Armadas durante el gobierno fujimorista para financiar a los llamados "diarios chichas", tabloides ultrasensacionalistas que elogiaban al mandatario y atacaban a la oposición. /DPA