El alcalde de Nueva York, Eric Adams, pidió este domingo ayuda a las autoridades federales ante lo que espera sea una llegada masiva de demandantes de asilo a la ciudad como consecuencia del fin de una política que ha permitido a Estados Unidos expulsar a la mayoría de personas que cruzan la frontera sur del país.
Según Adams, la Gran Manzana se está preparando para recibir "desde hoy" un alto número de autobuses procedentes de la frontera y para que cada semana lleguen a la ciudad más de mil solicitantes de asilo por encima de lo normal.
Este año han terminado en Nueva York decenas de miles de personas en esta situación, en su mayoría venezolanos y muchos de ellos enviados en autobuses fletados desde Texas por el gobierno del republicano Greg Abbott, que ha optado por esta medida para repartir la carga y criticar las políticas migratorias de la Administración de Joe Biden.
"Ya hemos recibido más de 31.000 solicitantes de asilo en nuestra ciudad y actualmente tenemos abiertos 60 albergues de emergencia, cuatro centros de apoyo humanitario y dos centros de bienvenida. Hemos metido a miles de niños en escuelas y hemos gastado cientos de millones de dólares de los contribuyentes para vestir, alimentar, dar hogar y apoyar a esta población muy necesitada", señaló Adams en un comunicado.
Según el alcalde, ahora Nueva York necesita "ayuda urgente" por parte de las autoridades estatales y federales, a las que acusó de haber "mayormente ignorado" las peticiones de apoyo hechas hasta ahora.
"Nuestro sistema de acogida está lleno y estamos casi sin dinero, personal y espacio", insistió el político demócrata, que pidió a Washington posibles planes para trasladar a solicitantes de asilo a otras ciudades, para permitirles trabajar o para "enviar ayuda a las ciudades que se han llevado la peor parte de esta crisis".
Estados Unidos se está preparando para el fin del Título 42, una norma sanitaria instaurada por el expresidente Donald Trump (2017-2021), y mantenida por el actual Gobierno, que ha permitido hasta ahora expulsar a la mayoría de personas que cruzan la frontera sur
El Gobierno de Joe Biden debe acatar una orden de un juez federal en Washington, D.C., que ordenó a mediados de noviembre levantar la normativa, que calificó de "arbitraria y caprichosa".
Se espera que el fin de esta regla, que prohibió la mayor parte de las solicitudes de asilo en la frontera, conlleve un aumento en la cantidad de personas que llegan al sur de EE.UU. con la esperanza de buscar refugio en el país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ya delineó la estrategia que seguirá para hacer frente a una mayor llegada de migrantes, pero aseguró que el sistema estadounidense "no está diseñado" para lidiar con el flujo migratorio actual. EFE
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