Alemania evalúa imponer restricciones a las personas no vacunadas si las infecciones de COVID-19 alcanzan nuevos máximos históricos en los próximos meses.
El jefe de la cancillería federal Helge Braun, afirmó que no prevé otro confinamiento relacionado con el coronavirus en Alemania. Pero señaló que a las personas no vacunadas podría impedírseles ingresar en lugares como restaurantes, cines o estadios “porque el riesgo residual es demasiado alto”.
Braun también menciono que vacunarse es importante para protegerse contra un cuadro severo de COVID-19 y porque “la gente vacunada tendrá definitivamente más libertades que la no vacunada”.
Señaló que las políticas de ese tipo serán constitucionales porque “el Estado tiene la responsabilidad de proteger la salud de sus ciudadanos”.
Sus comentarios dieron pie a un debate en la política alemana sobre la posibilidad de que la vacunación sea obligatoria. El tema ha causado divisiones entre los políticos alemanes.
Otros rechazaron de inmediato las declaraciones de Braun. Algunos manifestaron escepticismo sobre la efectividad de las restricciones y otros advirtieron que no deben vincularse los derechos al estado de la vacunación.
“No creo en la vacunación obligatoria y no me parece que debamos apremiar indirectamente a las personas para que se vacunen”, declaró este domingo Armin Laschet, político alemán.
AP
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