Una gran parte de la periferia de Pekín, China, “presenta un riesgo elevado de hundimientos, deslizamientos de tierra y riadas de lodo”, informaron las autoridades, tras las fuertes lluvias que azotan en los últimos días.
Según el servicio meteorológico de la capital, cayeron en la ciudad 170,9 milímetros de agua en 40 horas, entre el sábado por la noche y el lunes a media jornada, o sea, casi las precipitaciones de media para todo un mes de julio.
Cientos de conexiones en autobús fueron anuladas, según la agencia de noticias estatal Xinhua.
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Lluvias torrenciales
El río Dashihe, en las afueras de Pekín, quedó bajo el nivel de alerta de inundaciones más elevado.
En el distrito de Fangshan, también en las afueras de Pekín, una parte de las calzadas desapareció bajo las aguas.
En la capital, las calles estaban menos concurridas que normalmente para un lunes por la mañana. Muchos habitantes siguieron las consignas de trabajar desde casa.
En estos últimos meses, China ha registrado condiciones meteorológicas extremas y temperaturas muy poco habituales, unos fenómenos potenciados por el cambio climático, según los científicos.
Pekín y su región batieron a principios de julio récords de temperatura, al superar los 40 °C.
Agencias
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