El gobierno de Trinidad y Tobago deportó este lunes a 16 niños venezolanos, entre los que hay un bebé de cuatro meses.
Autoridades del referido país embarcaron a los niños en un bote que actualmente está desaparecido. Hecho que produjo el repudio de la opinión pública nacional.
El pasado 17 de noviembre, arribaron en un barco 29 ciudadanos venezolanos, por el área de Chatham, al sur de la isla. Entre los criollos estaban los 16 pequeños.
Autoridades del mencionado país interceptaron la embarcación y detuvieron a todos los tripulantes hasta el domingo.
En el momento de la detención tanto a los niños como a los adultos los trasladaron hasta un centro de salud para realzarles las respectivas pruebas COVID.
Este lunes se llevaría a cabo la audiencia de presentación de los venezolanos para determinar el proceso de deportación.
Sin embargo, minutos antes de la audiencia, la autoridades llevaron a los niños y a nueve mujeres hasta dos peñeros de madera y los embarcaron.
Las autoridades escoltaron los dos botes hasta que abandonaron aguas trinitarias.
Las embarcaciones debían llegar hasta una zona de palafitos llamada “La Barra”, en Delta Amacuro, pero al parecer nunca llegaron.
Trascendió que un medio de comunicación de Delta Amacuro, de nombre “Tane Tanae”, reportó que se comunicaron con una fuente oficial de migración Trinidad, y les comentó que los motores de los botes estaban presentando problemas técnicos.
También se conoció que uno de los niños tiene una afección cardíaca y que llevan alimentos y suministros limitados.
