Al menos 14 personas murieron este sábado y una veintena resultaron heridas en un ataque yihadista perpetrado en un restaurante en la localidad de Beledweyne, en el centro de Somalia, informaron fuentes de las fuerzas de seguridad.
El ataque ocurrió en un establecimiento denominado Baar Hassan Dhiif, detalló un portavoz policial a la radio local Hirshabelle.
Entre las víctimas hay dirigentes políticos locales, como el gobernador de la región administrativa de Hiiran (donde se encuentra Beledweyne).
El grupo yihadista A Shabab, afiliado a la red terrorista Al Qaeda desde 2012, se atribuyó ya el atentado, según la prensa local.
Esta nueva acción de Al Shabab se produce tras una escalada reciente de sus ataques y a menos de una semana del final del calendario electoral establecido para la celebración de elecciones en el país; que cuentan con el apoyo de la comunidad internacional y a las que el grupo yihadista se opone.
Ataques
Durante la madrugada del pasado miércoles, ocho personas murieron en dos ataques perpetrados en los suburbios de la capital de Somalia.
La semana precedente, otras ocho personas murieron en otro ataque suicida de Al Shabab también en Mogadiscio, en una jornada marcada por las votaciones para escoger a los diputados de la Cámara Baja del Parlamento federal somalí correspondientes a la capital.
El ataque iba dirigido contra un convoy que transportaba delegados electorales, indicaron los propios yihadistas.
En enero pasado, el primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, y los presidentes de los cinco estados federales del país llegaron a un acuerdo para concluir las elecciones de la Cámara Baja el próximo 25 de febrero.
Aunque el mandato del presidente somalí, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, terminó en 2021; las elecciones se han retrasado por desacuerdos, demoras en los comicios parlamentarios y una escalada de tensiones políticas entre el presidente y el primer ministro.
El presidente de Somalia es elegido por los 329 miembros del Parlamento somalí (54 legisladores en la Cámara Alta, ya escogidos; y 275 legisladores en la Cámara Baja, aún en proceso de elección).
El aplazamiento sistemático de los comicios supone una distracción respecto a problemas graves como la lucha contra el grupo yihadista, que controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en el país.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab.
EFE