El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy los cuatro ataques con gases venenosos adicionales en Siria este año, que fueron hallados por un equipo de investigadores en el reporte final sobre el uso de armas químicas en el país asiático, que cita evidencia creíble.
"Veo con una profunda preocupación que el equipo recogió evidencia e información que corrobora imputaciones de que se usaron armas químicas en varias ocasiones en múltiples sitios tanto contra civiles como contra objetivos militares", indicó Ban.
El secretario general de la ONU presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas los resultados de un informe que fue difundido el jueves, señalando que los testigos entrevistados y otra evidencia apunta al uso de armas químicas pese a que el equipo no pudo acceder a los sitios exactos de los ataques.
"Si bien la misión no pudo verificar independientemente cada aspecto de estas imputaciones, su evaluación es que es muy probable que se hayan usado armas químicas", explicó Ban.
El secretario general llamó a los países miembro de la ONU a llevar ante la justicia a los perpetradores de los ataques, calificándolo de "responsabilidad moral y política" de la comunidad internacional.
Sin embargo, el informe no incluye indicación alguna acerca de quién llevó a cabo los ataques, porque la misión tampoco tenía mandato como para establecer si las armas químicas fueron usadas por las tropas del gobierno de Bashar al Assad o los rebeldes.
Ake Sellstrom, el jefe del equipo de investigadores, dijo que el mandato les prohibía llevar a cabo el tipo de trabajo forense que hubiese podido determinar a los responsables de los ataques.
Sellstrom añadió que se debe crear una misión con el mandato específico para hallar a los perpetradores usando la información que reunió su equipo y descubriendo datos adicionales.
Hay indicios claros de que el 21 de agosto se disparó gas sarín en Ghouta, cerca de Damasco, dice el informe. En otros cuatro sitios, el uso de armas químicas es muy probable, si bien no se pudo demostrar de manera concluyente.
Para ello se lograron reunir escasas informaciones independientes. Los investigadores basan sus suposiciones en muestras de suelo, exámenes a pacientes, conversaciones con testigos y la evaluación de armas.
En tanto, en otros dos lugares no hubo indicios de uso de gases tóxicos.
El informe afirma que el objetivo de algunos ataques fueron civiles o al menos éstos estuvieron entre las víctimas.
Esto es válido para el incidente en Ghouta, en el que murieron también niños por el gas sarín, que en total dejó unos 1.400 muertos. En otros ataques en marzo en Khan Al Asal y en abril en Sarakeb hubo asimismo civiles entre las víctimas.
En otros dos ataques en agosto, ambos calificados de "menores", como el de Sarakeb, el objetivo de los ataques con gas fueron combatientes. /DPA